22 de noviembre de 2011, 21:49

En esta edición que es la séptima se reunieron en los salones del Bajamar una treintena de compañeros de batallas, entre ellos dos catreños Felipe Cuesta y Joserra Brizuela.
Como es habitual se comenzó con un minuto de silencio, acompañado por el trompeta de la época del 65 “Munilla” y en la comida no faltaron los comentarios de las anécdotas sufridas durante los veinte meses de servicio militar como voluntarios en el Cuartel de Infantería de Garellano en Bilbao, ahora en Munguía.