sábado. 27.04.2024

Castro Urdiales no es ajeno a la crisis económica. Prueba de ello es el balance que presenta toda la hostelería y los comercios del municipio. Aunque la temporada estival aún no ha finalizado, todo indica a que «la actividad ha sido bastante inferior con respecto al año pasado». Así lo expresaba ayer Tomás Sánchez Lombraña, presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria en Castro Urdiales. «Las previsiones nos han fallado. Estamos hablando de entre un 15 y un 30% menos de clientes con respecto a 2007», apuntó. Además, se han visto afectados todos los epígrafes del sector: bares, cafeterías, restauración, sitios de ocio...», añadió.

Entre las causas que han provocado esta situación, el presidente de los hosteleros castreños apunta no sólo hacia la crisis económica, sino a ese anuncio que nos llega de que «viene un invierno muy duro». «De tal forma, que la gente se retrae al consumir».

No obstante, Sánchez Lombraña cree que el número de clientes puede que haya sido parecido al año anterior pero «con la mitad del consumo». «Y lo que se ha reducido efectivamente es el consumo».

Otros factores que han provocado este bajón en el consumo, son los «ya conocidos problemas de aparcamientos. Algo que viene de hace tiempo». «Si a este hecho le sumamos los problemas de entendimiento entre Ayuntamiento y hosteleros, el problema se agrava». Para Sánchez Lombraña, propietario de la Discoteca Safari, «las cosas quizá se hubiesen podido atajar de otra manera». «Las alternativas de aparcamiento hay que promocionarlas para que la gente sepa que tiene una plaza para dejar su vehículo en Castro».

Consecuencias

Con todo esto, la tendencia de los hosteleros y comerciantes no es otra que la de reducir los gastos. «Un recorte que empieza por la reducción de plantilla», reconoció Lombraña.

Si nos referimos a los hoteles de la ciudad, los datos de momento «no son tan alarmantes». Ya que la afluencia de turismo con respecto a 2007 ha sido «ligeramente inferior». En el caso del Hotel Las Rocas, uno de los más conocidos en la ciudad, el porcentaje de plazas está tres o cuatro puntos por debajo del año pasado. El director de este hotel, Leonardo Cagigal, asegura que «lo peor parece que está por llegar». Y es que en los hoteles se temen lo peor durante los meses de invierno. Álvaro Alonso, responsable del Hotel Miramar, coincide en este aspecto y augura que los meses de invierno «van a ser muy duros».

No obstante, reconoce que el año 2008 ha sido muy parecido al anterior y que la crisis, aunque se ha dejado entrever, ha afectado más a otros municipios de Cantabria. «Aquí se ha notado un poco menos, eso sí la bajada de consumo es evidente pero no alarmante», concluye.

Extraído de: eldiariomontanes.es

La crisis económica pasa factura a la hostelería castreña