Son las siete de la mañana. Como cada día varios miembros de la DYA
(Detente y Ayuda) de Castro Urdiales se dirigen al vehículo de ayuda
social para efectuar el traslado de afectados de parálisis cerebral
pertenecientes a la Asociación Aspace, llevando a cabo una ruta con la
primera recogida en Soba y varias más hasta llegar a Santander. Media
hora más tarde, un segundo vehículo de ayuda social con la misma misión
que el anterior, comienza la recogida de usuarios en Castro, con
llegada también a Santander.
A las 8,15 horas, un tercer vehículo de ayuda social recoge en Castro a
los usuarios del centro de día de La Loma, mediante un servicio 'puerta
a puerta' trasladándoles al centro, dónde se les recogerá y retornará a
sus casas nuevamente, a partir de las 18,30 horas. Además, desde las 9
de la mañana la DYA presta el servicio de ayuda social complementaria,
más conocido como 'sube-baja', en el que colabora principalmente con
personas de movilidad reducida, ayudándolas para que puedan salir de
sus casas. Los usuarios son personas impedidas que residen en viviendas
no accesibles y que, de no recibir esta ayuda, no podrían salir de sus
casas.
Ya son las 9,27 horas y se produce la primera salida urgente de la
mañana. La dotación a la que acompaño, integrada por Rafa y José, se
dirige a una vivienda de la calle Leonardo Rucabado para atender a una
mujer de 83 años que es trasladada al Hospital de Cruces al presentar
problemas cardíacos. Horas después, a las 11,43 horas, se produce un
nuevo aviso. Nos dirigimos al Supermercado IFA, dónde una joven 13 años
tiene que ser trasladada al Centro de Salud con una crisis de ansiedad.
Nuevo aviso
Minutos después, Rafa recibe una llamada de la central, avisando de
que en el Hotel Arenillas se ha producido un incendio. Al llegar al
lugar del suceso, los integrantes de la DYA comprueban que el incendio
es leve y no hay heridos. Por suerte, todo ha quedado en un susto. Tras
este servicio, nos dirigimos a la central, dónde permanecemos unos
minutos para comer, puesto que a las 15,45 horas parten de nuevo hacia
Santander los vehículos de ayuda social para realizar la recogida de
los usuarios de Aspace y trasladarlos a sus domicilios.
A las 18,08 horas, se produce un nuevo aviso. En esta ocasión, hay
que desplazarse hasta la Marisquería Alfredo, ya que una señora de 35
años ha sufrido una crisis de ansiedad y tiene que ser trasladada al
Centro de Salud. Tras comprobar que la paciente está siendo
perfectamente atendida, sólo nos queda esperar a que se vuelva a
producir un nuevo aviso. La jornada elegida para este reportaje está
siendo realmente movida. Hoy se están produciendo bastantes salidas,
pero afortunadamente sin consecuencias graves.
El reloj marca ya las 20,02 horas, y en esta ocasión nos acercamos
a la Plaza del Mercado, donde encontramos a una patrulla de la Guardia
Civil junto a un hombre de 46 años, sin domicilio fijo, que está
tendido en el suelo con síntomas de intoxicación etílica, por lo que
nuevamente se tiene que efectuar el traslado del afectado al Centro de
Salud. Según nos comenta Rafa, «estos casos suelen ser frecuentes y se
plantea el problema de que, una vez que el indigente es atendido por
los servicios sanitarios, no tiene donde pasar la noche, con el riesgo
que ello conlleva sobre todo en invierno».
Parece que la jornada llega a su fin, pero a las 21,38 horas, se
recibe otro aviso. En la calle La Rúa, un hombre de 64 años también
presenta estado de intoxicación etílica. Comprueban sus constantes y se
le traslada a su casa.
Una jornada intensa
Son las 22 horas, el turno de Rafa y José ha terminado. Ha sido una
jornada larga y muy intensa. En total ha habido siete asistencias Y es
que el día ha dado mucho de sí: asistencia a vecinos que padecían
distintas dolencias, atenciones sociales y a indigentes, etc.
Por suerte, el miércoles no se produjo ningún accidente de tráfico
o de otro tipo, circunstancia que en caso de haber ocurrido hubiera
obligado a movilizar un mayor número de recursos.
Un turno con la DYA ha sido suficiente para comprobar 'in situ' la
importante labor social y asistencial que este colectivo desempeña 'día
a DYA'.
24 horas al servicio del ciudadano
La DYA presta durante las 24 horas un servicio de urgencias por medio
de ambulancias y vehículos de rescate. Durante los fines de semana se
llevan a cabo coberturas de gran número de eventos deportivos y
culturales por toda la provincia y que van desde la presencia en el
Campeonato de Cantabria de Rallyes, a los partidos del Racing de
Santander en El Sardinero, o multitud de eventos deportivos, culturales
y sociales en el municipio castreño.
«Necesitamos el apoyo de las instituciones»
- ¿Qué papel tiene la DYA en Castro Urdiales?
- La DYA en Castro lleva acabo una labor asistencial importante y
las cifras son las que avalan este trabajo en un municipio en el que
hay un gran número de personas residiendo. Por tanto hay una labor
asistencial importante que se desarrolla tanto la atención de
emergencias como en la de asistencia social, que también desempeñamos,
y que estamos potenciando desde la recientemente creada Fundación DYA.
- Me imagino que la DYA esté coordinada tanto con el 061, como el 112, etc
- Pues no. No estamos coordinados con estos otros servicios, a
pesar de que lo hemos intentado en varias ocasiones. Y esto acarrea
duplicidades en la asistencia, descoordinación, y en definitiva,
inconvenientes tanto para los propios equipos asistenciales como para
la ciudadanía que es quien lo sufre.
- ¿Qué es lo más duro en esta profesión?
- Yo creo que lo más duro es la cantidad de horas que tenemos que
invertir para sacar adelante este servicio, afrontando carencias
económicas y de personal en muchos de los casos, todo ello motivado por
la falta de apoyo institucional. Solamente recompensado por el
agradecimiento y apoyo de la ciudadanía, que es quien consigue que la
DYA siga adelante.
- ¿Cuál es la principal demanda de la DYA?
- La principal demanda es tener un acuerdo de colaboración con las
instituciones tanto en materia sanitaria como de protección civil con
el fin de, por una parte, recibir apoyo económico y por otra, tener
coordinados nuestros servicios consiguiendo dar una mejor respuesta en
un tema tan importante como este.
- Y entonces, ¿cómo se sustenta económicamente vuestro trabajo?
- Pues a través de la donaciones de ciudadanos anónimos que creen
que el servicio de la DYA es importante para el municipio, a través de
las aportaciones de los socios protectores y mediante diferentes
campañas de captación de fondos que llevamos a cabo a lo largo del año,
reseñando que únicamente un 6% de nuestro presupuesto procede de
subvenciones, en este caso del Ayuntamiento de Castro Urdiales.
- ¿Se reconoce vuestra labor?
- Por parte de la ciudadanía sí, pero insisto se echa en falta el
apoyo institucional imprescindible para garantizar nuestra continuidad
en un futuro.
Extraído de: eldiariomontanes.es