sábado. 27.04.2024

El agua de la pedanía castreña de Lusa ya es «apta para el consumo

humano». Después de un año en el que las desavenencias entre el equipo

de gobierno y dos Juntas Vecinales impedían al pequeño núcleo urbano

sumarse a la red local, los resultados de la primera analítica revelan

que los vecinos ya pueden consumirla de forma totalmente segura. Una

conexión a la red de abastecimiento de Mioño devolvió el pasado día 22

el suministro a Lusa.
Hace más de un año que la consejería de Sanidad notificó a la Junta

Vecinal que su agua no era «apta» para el consumo. El entonces concejal

de Industria, Jaime Díez Muro, y el alcalde de la pedanía, Antonio

Alijo, decidieron iniciar unas obras para mejorar la red de

abastecimiento. El pueblo recibía el agua de los manantiales de Otañes

a través de una conexión con Santullán. No obstante, la composición del

agua de esta última pedanía es adecuada porque dispone de una

depuradora propia. La idea era adecuar la infraestructura para

desactivar ese nexo con Santullán y crear un nuevo empalme con Mioño,

que recibe el suministro directamente de Castro. Los trabajos se

ejecutaron, pero ese último paso nunca llegó a darse y nuevos análisis

de Sanidad incidieron hace dos meses en la «no potabilidad» del agua.


Control periódico


Sólo entonces los responsables municipales se pusieron manos a

la obra. Tras semanas de agria polémica, el nuevo edil de Industria,

Agustín Fernández, se reunió el pasado día 20 con los primeros ediles

de Lusa, Mioño y Santullán, todos ellos socialistas, para tratar la

problema.


Ahora el Ayuntamiento se hará cargo de mantener la infraestructura,

hacer análisis periódicos e instalar un contador en el punto en que se

unen ambas tuberías para distinguir el gasto de cada uno de los núcleos

de población, tal y como solicitaba Víctor Echevarría, alcalde de Mioño.

Extraído de: elcorreodigital.com

Un análisis confirma que el agua de Lusa es potable después de un año