sábado. 27.04.2024

Son las ocho y media de la mañana. Como cada día, decenas de ciudadanos de otras localidades se dirigen a sus lugares de trabajo, en Castro Urdiales. Cuando se van adentrando poco a poco en el zona del casco urbano comienza su pesadilla. ¿Dónde pueden aparcar? Difícil dar una respuesta a este dilema. Y es que aparcar en Castro Urdiales es una maniobra casi imposible. Las posibilidades de aparcamiento son reducidas. O pagas 2,60 euros por tener todo el día el coche en la zona de OCA (Ordenanza Castreña de Aparcamiento), o dejas el coche mal aparcado, con el riesgo de que te pongan un multa y la grúa se haga con tu vehículo. En el caso de los residentes en el municipio, la problemática es parecida, ya que a pesar de pagar religiosamente la OCA anual, en muchas ocasiones no hay plazas disponibles.

Se multiplican las quejas de los vecinos y de los visitantes.

En este sentido, los vecinos de la ciudad lo tienen muy claro. «El aparcamiento es un desastre», tal y como señala una castreña. «La gente de Castro paga por una aparcamiento que no existe», asegura. Este opinión es unánime. «Es un desastre. Así como ha crecido la construcción en la ciudad, por contra no ha aumentado el número de plazas», sostiene otro vecino.

Conflictos

Como en todos los conflictos, siempre hay una parte beneficiada. En este caso, «es la empresa que gestiona la OCA la que se está lucrando», opina una castreña. «En ocasiones hay manga ancha para la OCA y la grúa no actúa», añade indignada esta vecina. Ante esta situación, hay quien asegura que «han pasado 15 años y lo políticos no han hecho más que prometer esas plazas de estacionamiento que siguen sin ser una realidad».

Por otro lado, encontramos la opinión de una taxista que afirma que «si el problema de aparcamiento es latente en invierno, imagínate en verano». En fín, tanto los castreños como los visitantes tienen claro que el aparcamiento en esta ciudad es «toda una odisea».

Soluciones

Ante tanto descontento, el alcalde de Castro Urdiales, Fernando Muguruza (PRC), da la cara y es el primero en reconocer «que existe una clara deficiencia de aparcamiento en la ciudad».

Muguruza señala que «todos sufrimos este problema». El regidor municipal está seguro de que no existe una única solución para solventar esta problemática. «Hay que aplicar pequeñas y diferentes soluciones», esgrime.

En este sentido, Muguruza recalcó que se han llevado a cabo varias actuaciones como la modificación del PGOU, para exigir a los contructores la creación de aparcamientos con cuatro plantas en lugar de dos.

Otra de las medidas que el Consistorio planteó en su día, según el alcalde castreño, fue la creación de unos «magníficos aparcamientos, con unas instalaciones deportivas adecuadas en el Instituto Atáulfo Argenta, a los que se opuso el PSOE y la consejera de Educación, Rosa Eva Díaz Tezanos». En la actualidad, está prevista la construcción de un aparcamiento subterráneo y urbanización en el parque Amestoy del Puerto de Castro Urdiales.

Por otro lado, Muguruza anuncia que el Ayuntamiento tiene contemplado en sus presupuestos la construcción de un teatro en frente del polideportivo 'Pachi Torre', bajo cuyo edificio se crearán más plazas para aparcar. «Todas estas actuaciones requieren el visto bueno de todos los grupos políticos», concluye el regidor regionalista de Castro Urdiales.

ANÁLISIS / El pan de cada día.

Lo siento. Me van perdonar pero hoy quiero profundizar sobre un tema que a muchos de nosotros nos pone de los nervios. Me estoy refiriendo a los aparcamientos o mejor dicho a la falta de aparcamientos.

Este problema es de lo más habitual en las ciudades y cada vez más preocupante en muchas localidades cuyo crecimiento urbanístico no lleva parejo más plazas de aparcamiento. ¿Alcaldes de toda España, por favor, piensen en esto!

Les confesaré lo que me dijo un buen día uno de ellos al respecto. Mario, si es que la gente tiene que entender que no puede aparcar el coche a un metro de su lugar de trabajo. Hombre, tampoco pretendo esto querido regidor

Siendo razonable, cierto es que nos hemos habituado a coger el coche hasta para ir a comprar el pan a la vuelta de la esquina. Pero es comprensible que la gente se estrese cuando recorre 20, 30 o 40 kilómetros para acudir puntual a la cita laboral y se pasa cinco, diez o quince minutos dando vueltas en redondo para conseguir un aparcamiento, libre de impuestos.

Alguno de ustedes me dirá: pues métete en un parking o estaciona en las denominadas zonas OLA u OCA -vaya dos palabrejas-. Hombre, un día podría, dos, igual también..., pero qué quieren. ¿Qué se me vaya medio sueldo por aparcar! Suficiente tenemos ya con las dichosas hipotecas... Otros me dirán que coja el transporte público. Una gran idea si existiera un transporte público fluido y con flexibilidad de horarios.

Así que en esas estamos todos los días, intentando encontrar un dichoso aparcamiento. ¿Qué alegría me da cuando lo logro!

Extraído de: eldiariomontanes.es

El aparcamiento en la ciudad, una maniobra imposible