viernes. 26.04.2024

La banda de albanokosovares desmantelada ayer por el Cuerpo Nacional de

Policía desmantelada en Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña y Castro

Urdiales (Cantabria) contaba con una amplia red de pisos dormitorio o

de seguridad para acoger a sus miembros y esquivar el control policial.

El grupo estaba «totalmente estructurado» y disponía de contactos en

distintas localidades que buscaban vivienda o acogían a los

integrantes, según indican fuentes próximas a la investigación. Los

delincuentes se distinguían por su gran movilidad; cambiaban de lugar

de residencia en cuanto creían que alguno podía estar 'quemado'.
Sólo en Castro, el pasado martes fueron registrados tres domicilios, en

La Sirena, junto al polideportivo Patxi Torre, y en las cercanías de la

plaza de Toros, donde fueron localizados y detenidos cuatro individuos

en uno, y dos en otro. El tercero estaba vacío. Agentes de los Grupos

de Operaciones Especiales (GOES) y de la Policía Judicial de la Policía

Nacional, en colaboración con la Guardia Civil, decomisaron dinero y

una agenda PDA, fruto al parecer de un robo, apuntaron las mismas

fuentes.

La operación 'Trampolín' es una de las más

importantes desarrolladas en Europa contra este tipo de mafias. Según

desveló ayer en rueda de prensa el director general de la Policía y la

Guardia Civil, Joan Mesquida, el grupo, formado por unas 40 personas,

contaba con dos jefes, uno en Madrid y otro en Valencia, y tenía

conexiones en otros países europeos como Dinamarca y Alemania. Bajo la

cúspide, se situaban distintos subgrupos comandados por lugartenientes

de los jefes máximos.

150 robos

El

grupo de Castro actuaba en Vizcaya y se refugiaba después en la

localidad cántabra. Los artículos robados eran distribuidos casi de

inmediato -se vendían en ciudades españolas y de otros países europeos-

como medida de seguridad. Los investigadores les relacionan con al

menos 150 robos registrados en domicilios, bancos y naves industriales

de nueve comunidades.

Una red de confidentes les informaba

sobre la existencia de posibles viviendas deshabitadas. Una vez

localizado el objetivo, desconectaban las alarmas cortando cables

telefónicos y eléctricos y forzaban rejas o ventanas para acceder al

interior. Cuando encontraban una caja fuerte la reventaban con un hacha

utilizada a modo de polea.

En total, la Policía se ha

incautado de 10.000 euros, cinco automóviles y dos rifles robados,

además de joyas y teléfonos móviles. Se les imputan delitos de

asociación ilícita, tenencia de armas, robo con fuerza, falsedad

documental, receptación y estancia ilegal. Mesquida se limitó a apuntar

que uno de los detenidos es conocido de uno de los asaltantes al chalé

de los Tous.

Extraído de: elcorreodigital.com

La banda de albanokosovares disponía de una red de pisos de seguridad