La estación para la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de Castro,
ubicada en el polígono Raos, muy cerca del cementerio de la localidad,
se trasladará el próximo año a la pedanía de Ontón. El Gobierno de
Cantabria ha sacado a concurso la gestión para los próximos 25 años del
servicio, del que hasta ahora se hacía cargo la compañía Itevelesa. Por
su parte, la Junta Vecinal más próxima a la frontera con Vizcaya ya ha
aprobado la cesión al Ejecutivo regional de 4.000 metros cuadrados de
terreno para las instalaciones, cuya construcción arrancará a
principios de 2008.
Los vecinos y el propio alcalde de Ontón, el socialista Javier Gil, se
muestran «encantados» con que la pedanía más oriental de Castro, que
cuenta con 167 habitantes, según datos del último censo facilitado por
la concejalía de Hacienda, sea el lugar elegido para albergar la nueva
ITV. «Es un servicio limpio, sano y que no contamina. Además, generará
al menos media docena de puestos de trabajo, de los que espero que el
50% sean ocupados por mujeres. Trataremos de dar preferencia a los
vecinos de la pedanía y a los de Castro en general», anunció Gil.
El motivo del traslado es el «vergonzoso» estado de las «obsoletas»
instalaciones actuales, situadas muy cerca del cementerio castreño.
Además, otra de las razones para realizar el cambio ha sido,
precisamente, la «desafortunada» proximidad del recinto de la
inspección técnica a un camposanto aunque, curiosamente, la nueva ITV
también se construirá junto a otro cementerio, el de Ontón, en el
barrio de San Martín. Tanto las obras como la gestión del servicio se
adjudicarán a mediados de este mes.
De los 4.000 metros cuadrados de superficie asignados a las
«modernas» dependencias proyectadas, 400 serán ocupados por una nave
que albergará las oficinas de administración. Además de turismos, la
estación estará abierta también a los camiones y autobuses de toda la
zona oriental de Cantabria.
Inspección de motos
Y para el control técnico de las motos, la Policía local
establecerá una ITV itinerante a partir del próximo mes de enero, según
informó el edil de Medio Ambiente de la localidad costera, Pedro
Quintana.
Precisamente, los agentes locales desarrollaron entre los pasados
meses de julio y septiembre una campaña de control de ruidos, uso del
casco y documentación para los motoristas. La iniciativa policial dio
como resultado la revisión de 141 motocicletas, de las que quince
quedaron inmovilizadas por no superar alguna de las pruebas.
Extraído de: elcorreodigital.com