Enmarcado en la festividad de La Asunción, Castro acogió ayer uno de
los certámenes gastronómicos más multitudinarios del verano: el
concurso de marmitako, uno de los platos más típicos del cantábrico.
Alrededor de 15.000 personas abarrotaron el puerto para asistir a la
cita con el tradicional guiso. Desde las once de la mañana hasta las
dos de la tarde, 389 cuadrillas hirvieron sus pucheros para lograr la
cazuela más sabrosa.
Los diez miembros del jurado degustaron 227 suculentos guisos. Hubo
marmitako para todos los gustos. Los especialistas, sin embargo,
discreparon a la hora de analizar los platos. «Cada vez se esmeran
menos, algunas marmitas tienen buen a pinta, pero luego se nota que la
cebolla no está bien frita», criticó un miembro del jurado. Algunos de
sus compañeros, en cambio, se mostraron «orgullosos» y afirmaron que se
había «superado el nivel del pasado año». Los jueces tuvieron en cuenta
la presentación, la consistencia y el sabor de las cazuelas.
Además
de repartir los premios reglamentarios entre los ganadores, se
sortearon carpas, mesas de camping y barbacoas entre el resto de
participantes. «Así, intentamos que no falten el año que viene», indicó
Ana Zubiaurre, concejal de Festejos de la localidad. «Aquí se juntan
jóvenes y mayores, el concurso está abierto a todo el mundo», recordó
satisfecha por el éxito del certamen.
Para el grupo Col de
Lutxana, el secreto para hacer un buen marmitako radica en «cocinarlo
con mucho cariño». En su opinión, lo importante no es tanto ganar como
participar. Cocinar juntos es tan sólo una excusa para armar un buen
jolgorio. «Venimos a pasárnoslo bien y ya llevamos 15 años haciéndolo»,
confiesan.
Buenos ingredientes
Los
integrantes de la cuadrilla Vaya traca, en cambio, basan el éxito de
sus cazuelas en la adecuada selección de los ingredientes. Así,
apuestan por añadir al tradicional guiso pulpa de pimiento rojo en
lugar de pimentón. «Lo que menos nos gusta de este día es lo que la
gente tira a la bahía», lamentan los miembros del grupo, que ya
recibieron un premio «a los más limpios».
En esta vigésima
edición, Los Mismos se erigieron en campeones. Hace dos años quedaron
en tercer lugar y ya en el 2005 rozaron la victoria con el segundo
puesto. La magia de su «ingrediente secreto» les regaló el triunfo.
«Nos gastaremos los 350 euros del premio en subvencionar los gastos que
hemos tenido y en celebrarlo como es debido», anunciaron los ganadores.
Pero
no todo fueron alegrías en el recinto del concurso. Hasta las seis de
la tarde de ayer, 33 personas de entre 20 y 30 años fueron atendidas
por la DYA, principalmente a causa de cortes, quemaduras y contusiones.
Además, un joven de 16 años fue trasladado al hospital de Laredo tras
sufrir un fuerte traumatismo en una caída.
Extraído de: elcorreodigital.com