De esta manera, se alcanzarían los 11.000 metros cuadrados de superficie que exige la Consejería de Educación para centros escolares de Infantil y Primaria. Si esta propuesta no convencía al Gobierno de Cantabria, no quedaría más remedio que realizar expropiaciones.
Otro de los trámites que requeriría construir el centro escolar en ese terreno es la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para convertir parcelas rústicas en urbanas.
Ahora, el equipo de Gobierno está estudiando la posibilidad de levantar el colegio en un terreno, también de la pedanía de Mioño, habilitado para la construcción de chalés, que debería ser modificado para que se ejecutasen bloques de pisos. Así, las viviendas ocuparían menos espacio y dejarían el terreno libre suficiente para ubicar el colegio de educación Infantil y Primaria. Requeriría modificar el PGOU. La concejala de Educación, Ana Urrestarazu, no ha querido pronunciarse sobre los trámites que están siguiendo hasta que no haya algo definitivo.
El consejero de Educación, Miguel Ángel Serna, anunció en octubre que ya se había dado el visto bueno al terreno ofrecido por el Ayuntamiento y que en una semana se licitaría la redacción del proyecto. Avanzó que el centro estaría abierto en 2013-2014.