El debate se encontraba en que en un primer momento, la ordenanza calificaba como muy graves estas conductas, penándolas con multas de 1.501 a 3.000 euros. Pero la práctica diaria llevó a los agentes de la Policía Local a solicitar una modificación de esta sanción al considerarla excesiva.
A partir de aquí fue el Pleno el que acordó a principios de este mes realizar esa modificación de la ordenanza a instancias de los propios agentes que se encargan de su cumplimiento. Así las cosas y tras el ajuste en la ordenanza, las alteraciones del orden público y la desobediencia e insultos hacia la Policía Local se consideran como faltas leves (de 100 a 750 euros) y graves (de 750 a 1.500 euros).
El sargento de la Policía Local de Castro Urdiales, Domingo García, asegura que esta modificación se solicitó al Pleno entendiendo que era desproporcionada la gravedad de los hechos con la cuantía de la sanción.