jueves. 25.04.2024

Con 62 años y tres hijas, le gusta pescar y coger setas, ver ciclismo y seguir al Racing los domingos. Gobierna en coalición con el PSOE -"el PP está muy desaforado"-, y reconoce que Cantabria "quizá sea más de derechas que otras comunidades". Es de una locuacidad poco limitada, y cuenta que su vicio es fumar puros y que no piensa dejarlo .


Pregunta. "Cantabria me pone". "España me pone". ¿Tiene erotismo geográfico?

Respuesta. Haber nacido en Polaciones, a 1.250 metros de altura, y haber vivido en la posguerra sin luz, sin carreteras... ha condicionado mi vida. Aunque haya estudiado una carrera y sea profesor universitario.

P. Y eso le produce auténtica excitación.

R. Pues Cantabria, sí. Yo sería incapaz de hacer el trabajo que hago fuera de allí.

P. ¿Qué alivio busca cuando España le pone?

R. Hay mucha gente a la que le da vergüenza decir que es español. Yo no lo entiendo. Un país respetado, con una lengua que van a hablar mil millones de personas dentro del siglo XXI, que estamos ya creciendo tres veces la media europea...

P. Veo que se alivia por la vía patriótica.

R. Yo me siento cántabro y español. Es que es algo visceral.

P. En 2003 fue el político mejor valorado de su comunidad. ¿No hay material o es que usted es la bomba?

R. Yo soy un currante. Y la gente valora que me levanto y me acuesto pensando en Cantabria. Pero hay muy buenos políticos: Leguina, Rubalcaba...

P. ¿Rubalcaba le enchufa en La Moncloa?

R. No. Yo tengo una muy buena relación con Zapatero. Ya antes de que fuera presidente dije que es un hombre muy bien intencionado y con las ideas claras. Ojalá le salga bien esto.

P. ¿Y el que le dé todo lo que pide será por la cestita de productos regionales con que se presenta?

R. Es porque son cosas razonables: le he pedido carreteras y el proyecto de Comillas como centro de referencia mundial de la lengua castellana.

P. Va usted de muy rural y campestre, con sus loas a las vacas y a las albarcas.

R. Porque yo no tuve zapatos prácticamente hasta los diez años. Y la vaca en Cantabria es un tótem. Me siento muy rural, y creo que eso no es incompatible con creer en la globalización.

P. Tras coincidir en el baño con Harold de Noruega en la boda Felipe-Letizia, ¿ha vuelto a ser el mismo?

R. Exactamente el mismo, vamos. Fue un contacto fugaz. Es que allí tampoco te podías encontrar con Gorio y con Pacuco, ¿eh? Eran todos de ese nivel.

P. ¿Qué le ha hecho Ibarretxe para que abomine tanto de él?

R. Le he dicho que no puedo tolerar que pacte con ETA, con HB.

P. ¿No será que le ha ganado al mus?

R. No he jugado con él en mi vida. Yo soy jugador de dominó y de tute. Y de bolos, que es lo que más me gusta.

P. ¿De cuál de las tres especialidades podría dar una conferencia?

R. Yo creo que lo que mejor hago es pescar truchas. Algo que te permite ver paisajes, te relaja, te pica una o no te pica...

P. No se pierde una fiesta de pueblo. ¿Saca a bailar a las mozas?

R. A veces me sacan ellas a mí. Un pasodoble, un tango, un vals o una jota montañesa, pues lo bailo. Y canto. Me gustan las romerías, la gaita, las ferias de ganado.

P. ¿Tiene mérito ser secretario general del Partido Regionalista de Cantabria cuando lo ha fundado usted?

R. Pues la gente quiere que siga. En el último congreso saqué todos los votos: 880.

P. Ha invitado al Papa a su tierra.

R. Es que el año que viene es Año Santo en Liébana. Y sería un bombazo traer a este señor, porque arrastra mucha gente. Yo lo contemplo desde un punto de vista religioso y económico.

P. Si sale el Estatut, ¿pedirá café para todos?

R. Yo hay competencias que no quiero, como los Mossos d'Esquadra o la Ertzaintza. Yo no quiero tener unos pasiegos disfrazados con porras y pistolas. Prefiero a la Guardia Civil, que es más profesional.

P. Habiendo sido director de banco, ¿daría un crédito a un tipo como usted?

R. Sin duda ninguna. Con la simple firma. Sin avales ni nada.

P. ¿Cuál es la mejor parte de su cuerpo?

R. El corazón.

P. ¿Y alma tiene?

R. Sí. Tengo muchísimos sentimientos, y soy muy llorón. He llorado viendo miserias, y no digamos con la televisión. El otro día visité una escuela donde mi madre había dado clase, me enseñaron una foto, y me eché a llorar. No me quedó más remedio.

Fuente : elpais.es

Entrevista a Revilla en 'El País'