martes. 30.04.2024

Si alguien ha pasado alguna vez por Castro Urdiales seguro que en su  retina quedó grabada su pintoresca bahía. Es una zona convexa en la que el mar se cuela con las fuerzas mermadas gracias a los abrigos naturales que el tiempo se encargo de diseñar cuando el paisaje todavía era dueño de sí mismo.


Luego llegaron esos hombres que vivían en Castro y cada día se jugaban la vida en el Mar Cantábrico que les daba de comer. Y fueron ellos, gracias a la sabiduría que te da mirar el mar durante generaciones, quienes decidieron construir una serie de diques y rompeolas. Seguramente cambiaron el paisaje de sus días en pro de sus necesidades reales, de aquellas que les permitirían seguir viviendo, pescando y comiendo cada día. Pero lo cierto es que esos diques integrados en la orografía forman parte de Castro Urdiales tanto como su iglesia o su castillo. Son parte de la bahía de Castro, esa bella estampa de mar, salitre, piedra que queda grabada a fuego en la memoria de aquel que tiene la suerte de contemplarla. Mirar la bahía es darse un paseo por la historia del pueblo y al contemplar las barcas fondeadas en ella no es difícil recordar esas instantáneas en blanco y negro donde uno veía más madera que fibra.

Quien no conserve esta imagen en sus recuerdos debería ir cuanto antes a Castro porque lo descrito en poco tiempo podría formar parte del pasado. La sombra de un puerto deportivo sobrevuela este bello rincón cántabro. Nuestros dirigentes han proyectado que  cientos de metros cúbicos de hormigón roben 12.000 metros cuadrados al mar y un precioso rincón al pueblo de Castro. A cambio tendremos algo tan impersonal, frio e innecesario como un puerto deportivo.

Por suerte los habitantes de Castro Urdiales se han movilizado para intentar detener esta barbarie urbanística y han creado la plataforma “Salvemos la bahía. Consulta Popular”.
Desde SOS Paisajes de Mar queremos dar todo nuestro apoyo a esta necesaria iniciativa.

Blog de la plataforma: http://salvemoslabahia.blogspot.com/

Un puerto deportivo amenaza la Bahía de Castro Urdiales