jueves. 08.05.2025

Lorena Bilbao voluntaria de médicos sin fronteras: Estamos donde se nos necesita

Lorena Bilbao nació en Castro Urdiales hace 33 años. Se licenció en Derecho en la Universidad de Pamplona y un master sobre ayuda internacional humanitaria de un año, en la Universidad de Deusto (Bilbao), giró sus pasos hacia la colaboración. Las tareas solidarias comenzaron con unas prácticas en el Centro de Investigación para la Paz, en Madrid, hasta embarcarse de lleno, desde hace cinco años y medio, en Médicos sin Fronteras.
Aunque no es sanitaria, coordina los proyectos de la entidad de ayuda humanitaria y asegura que el dinero que gestiona Médicos sin Fronteras llega hasta donde está destinado: «aunque no puedo hablar de otras asociaciones» concreta. Lo sabe de primera mano, por que ha estado sobre el terreno, expatriada como se conoce el argot, en Jerusalén -su primera vez-, en Hebrón (Palestina) un año, en Kabul (Afganistán) nueve meces, y, finalmente, en el Congo, cerca de dos años. Ahora Lorena, recién llegada a su tierra natal, de regreso, es consciente de que nunca ejercerá como abogado porque ha encontrado su camino donde la vida le ha llevado: a la ayuda humanitaria. «Ya no me interesa el Derecho», dice.

Pese a que descansará hasta el próximo mes de enero de las duras condiciones vividas en África, en una ciudad de 90.000 habitantes que carece de hospitales y donde ha sobrevivido a base arroz principalmente, a principios de año, tras este merecido descanso, entrará de nuevo en acción. No sabe a dónde ira, «porque Médicos sin Fronteras está donde más se necesita la ayuda».

Voluntariado

Lorena reconoce que, en algún momento, uno piensa si su ayuda es suficiente. «Aunque seas una gota de agua en el océano, merece la pena. Se necesitan muchos voluntarios juntos para que se note», concluye. En el Congo estuvo destinada en una zona sin hospitales, donde se atendían operaciones de urgencia y cesáreas e incluso los sanitarios encontraban enfermedades que nunca había tratado, «pero al final se salvan vidas que es lo que busca nuestra ONG» afirma. Sin embargo, según cuenta Bilbao, Palestina tiene hospitales pero no se puede llegar a ellos: «bien por los accesos, o bien porque los soldados israelitas, hace tres años, impedían el paso a los centros sanitarios de los palestinos. Allí sufrí mucho psicológicamente. Aguantas gracias al apoyo de los compañeros» confiesa.

Mientras descansa en Cantabria, cada vez que abre el periódico lo hace por la sección de Internacional. Lorena asevera que «se refleja el inquietante panorama del mundo, pero es sólo parte de la realidad, porque hay guerras de las que no hablan los medios y parece entonces que no existen. Se trata de Somalia, la República Democrática del Congo, Sierra Leona o Chechenia». «La gente piensa que para colaborar con Médicos sin Fronteras hay que estudiar Medicina: no es así. Hacen falta coordinadores y apoyo logístico», dice esta ya consolidada miembro de la ONG internacional. «Si alguien se anima debe saber que se intenta minimizar el riesgo con guías de seguridad y conociendo las zonas. Es muy enriquecedor ayudar en otros países y ser testigo de lo que ocurre allí donde no llegan las cámaras de televisión, para poder denunciarlo después», finaliza Bilbao.

Fuente: eldiariomontanes.es

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