viernes. 26.04.2024

Los huesos son de plástico, se emplean pequeños recogedores domésticos de basura, los arqueólogos tienen doce años, el director de la excavación arqueológica es el profesor de geografía y ésta se encuentra en el patio del instituto Zapatero Domínguez de Castro Urdiales. Una zona del centro educativo se ha convertido, desde hace unos días, en un singular yacimiento arqueológico en el que un grupo de jóvenes arqueólogos trabaja con entusiasmo y se familiariza con todo lo relativo a la arqueología. «He encontrado un cúbito, Miguel», «he localizado una vasija», son algunas de las frases que se pueden escuchar en estos días en el patio del instituto donde estos 'arqueólogos' se afanan por encontrar una pieza de interés.
Esta actividad forma parte de una iniciativa impulsada por la jefa de estudios del instituto, Lourdes de Pablo, quien ha apoyado la propuesta de Miguel Tazón Díez, profesor de Geografía del centro que en su época estudiantil participó en varias excavaciones en Cantabria. El 'yacimiento' se sitúa en el jardín del instituto, cerca de la zona de juegos, donde podemos encontrar un cartel que dice 'Excavación'.



La zona está delimitada mediante cuerdas al igual que se hace habitualmente en las excavaciones arqueológicas en la zona de trabajo de campo. Los estudiantes trabajan en cada una de las catas o cuadrículas que han preparado para buscar las distintas piezas. Son ellos también quienes elaboran sus propias fichas arqueológicas.



A Leonardo Cardoso, de 12 años y alumno de Primero E, la experiencia le está resultando tan interesante que está empezando a pensar en que en el futuro podría ser arqueólogo.



Por su parte, Miguel Tazón explica que «los profesores hemos querido utilizar recursos didácticos con los que se trabajan en la arqueología y que pueden ser válidos para el aula fortaleciendo una enseñanza de calidad y que el alumno refuerce su autoestima con actividades agradables». Tazón indica que «en el taller de arqueología los alumnos son activos y algunos de ellos, que son difíciles de controlar en clase, aquí se sienten protagonistas y se motivan. Parecen otros».



El profesor del instituto Zapatero Domínguez afirma que «no se trata de crear una cantera de arqueólogos pero si que los estudiantes tengan conocimientos en esta materia».



Una clase entretenida



Para Miguel Tazón, «los alumnos no aprenden en una charla porque se les olvida todo, pero al extraer ellos mismos las piezas del suelo lo memorizan y la actividad se convierte en una clase muy entretenida».



A la vista del interés que ha despertado esta experiencia entre los alumnos, el próximo curso la iniciativa se repetirá.



Como complemento a esta actividad, los profesores estudian la posibilidad de incluir, como complemento de este taller, el visionado de una película sobre excavaciones, aunque eso sí, eligiendo muy bien el argumento para «que no distraiga de lo fundamental que en este caso es ver las excavaciones», advierte Miguel Tazón.



Fuente: eldiariomontanes.es

Jóvenes arqueólogos