jueves. 28.03.2024

Ayer quedó visto para sentencia el juicio de faltas contra el concejal de Izquierda Unida de Castro Urdiales, Salvador Hierro, y un vecino de Guriezo, José Luis Calvo Sarabia, por el cruce de denuncias interpuestas después de una presunta agresión al edil castreño que tuvo lugar el día 12 de enero en Oriñón, en el funeral de la madre de otro concejal, Guzmán Miranda, expulsado del PRC.
Al tratarse de una denuncia presentada por ambas partes, los dos comparecieron en el Juzgado número uno de Castro Urdiales en calidad de demandados y demandantes.


El Ministerio Fiscal pidió la condena para ambos, por una falta de malos tratos, a la pena de 20 días de multa a razón de seis euros cada día. Tras solicitar que no se tuviera «muy en cuenta» ninguna de las declaraciones de los testigos de ambos al haber incurrido en contradicciones, el fiscal consideró que hubo agresiones por las dos partes.


Una decisión que no fue compartida por los letrados. El abogado de Salvador Hierro pidió la absolución para éste y una condena para el vecino de Guriezo por dos faltas, una por maltrato de obra de 30 días a razón de 60 euros/día, y otra de amenazas, a 20 días de multa a razón 60 euros. El letrado de Hierro aseguró que la culpabilidad de José Luis Calvo había quedado acreditada al haber incurrido en contradicciones con respecto a lo declarado ante la Guardia Civil.


Por su parte, la abogada del vecino de Guriezo solicitó la absolución de su defendido y la condena para Hierro, también de 20 días y 30 días de multa, respectivamente, a razón de 60 euros. La letrada considera acreditado que Hierro agarró a su defendido y se dirigió a él en tono de menoscabo.


Además, recordó que el edil no presentó ningún parte de lesiones, lo que también destacó el fiscal.



Versiones opuestas


Previamente a las conclusiones y antes de las intervenciones de los testigos, como era de esperar las declaraciones de Hierro y Calvo Sarabia fueron contrapuestas. El concejal de IU aseguró que le fue a saludar «porque yo creía que era amigo mío y hacia mucho tiempo que no le veía», y se encontró con una serie de improperios. Hierro señaló que fue agredido «por detrás con la mano abierta y al darme la vuelta, siempre yo con las manos en los bolsillos, me encontré con un puñetazo de frente y con claras amenazas». Por su parte, el vecino de Guriezo negó que fuera amigo del edil e indicó que éste le agarró por el cuello desde atrás y se dirigió a él llamándole «rico, cabrero, hijo de puta». El vecino negó que le diera un puñetazo y aseguró que al apartarle le golpeó «con la intención de quitármelo de encima».



Fuente: El diario Montañes

El fiscal pide 120 euros de multa para Salvador Hierro y un vecino de Guriezo