El Ayuntamiento de Castro, a iniciativa del los dos concejales no adscritos Elisa Dopico y Pedro Revuelta, intentará mediar entre administraciones para solucionar los problemas que sufre desde hace varios meses la línea de autobús que une la localidad costera con Bilbao. La Diputación Foral de Vizcaya anuló el pasado día 1 la tarjeta descuento de la que se beneficiaban hasta entonces los jubilados y los discapacitados que usan ese transporte, cuya gestión corresponde a Bizkaibus.
La medida ha supuesto que ambos colectivos tengan que pagar 2,33 euros, en lugar de los 40 céntimos que abonan el resto de los usuarios de los transportes forales que discurren por tierras vizcaínas. En tanto que la decisión «supone un perjuicio para los viajeros», la Corporación ha decidido iniciar una ronda de reuniones con las instituciones con competencias -el Ministerio de Fomento y las direcciones de Transportes del Gobierno de Cantabria y la Diputación de Vizcaya- para retomar la rebaja de tarifas y mejorar el servicio.
El alcalde, Fernando Muguruza, recordó que «la decisión de bonificar a pensionistas fue tomada por la dirección general de Transportes de Vizcaya, porque lo creyó oportuno». «Difícilmente se le puede exigir que bonifique a los viajeros, lo que sí podemos exigir, desde la consejería de Industria de Cantabria, es que responda a todas las necesidades de nuestra ciudad y si no es así, que deje la concesión de una vez por todas», manifestó.
En este sentido, el primer edil hizo hincapié en que «se trata de un servicio muy rentable», que debería «ser puesto en manos de una empresa privada, como por ejemplo ALSA. Asimismo, Muguruza recalcó que en los últimos dos años se ha reunido «con los directores generales de Transportes de ambas comunidades, invitándoles a que resuelvan el problema, pero no han movido sus posiciones». 
Trámite largo
Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, Salvador Hierro, insistió en que el servicio prestado por Bizkaibus no es bueno y en que se debe obligar a Fomento a que rescaten la concesión para dársela a otra empresa. «Se habla de esta línea como si se diese el mejor servicio del mundo, cuando es literalmente asquerosa y encima el billete es carísimo. Lo que hay que hacer es concedérsela a otra compañía», reclamó. Por su parte, desde la compañía de transportes destacan que «su deseo es dejar la gestión de esta línea».
Mientras, el Partido Socialista y los seis ex concejales expulsados de la formación, advirtieron que ese paso no es tan fácil. «Se debe iniciar un expediente y un proceso que analice si la empresa que gestiona ese servicio cumple con el pliego de condiciones», recomendó Pedro Olano, quien aconsejó al alcalde y a su Gabinete «que busquen soluciones en lugar de crear más problemas».
Fuente : elcorreodigital.com