sábado. 20.04.2024

El subdirector médico de los Servicios Quirúrgicos de Cruces, Julen Ballesteros, explicó ayer en una rueda de prensa improvisada que el herido llegó «consciente, orientado y neurológicamente normal», y que una médico «de reconocido prestigio y especialista en valorar a pacientes traumáticos, como era el caso, le exploró desde el punto de vista neurológico, cardiorrespiratorio y desde todos los puntos de vista médicos».

La dirección del hospital de Cruces respaldó ayer la actuación de su servicio de Urgencias en el caso del motorista de Castro Urdiales e insistió en que el diagnóstico de la responsable de guardia fue «correcto», pese a que el paciente terminó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Valdecilla (Santander), donde permanecía ayer. El joven, Eduardo Castañondo, de 31 años y vecino de la pedanía de Otañes (Castro Urdiales), sufrió un accidente deportivo la noche del martes cuando practicaba motocross, y fue trasladado por una ambulancia de la DYA de Cantabria hasta el hospital de Cruces, el centro de primer nivel más cercano.

El subdirector médico de los Servicios Quirúrgicos de Cruces, Julen Ballesteros, explicó ayer en una rueda de prensa improvisada que el herido llegó «consciente, orientado y neurológicamente normal», y que una médico «de reconocido prestigio y especialista en valorar a pacientes traumáticos, como era el caso, le exploró desde el punto de vista neurológico, cardiorrespiratorio y desde todos los puntos de vista médicos». «Con la información clínica» que obtuvo la doctora «'de visu' y con respuesta verbal», decidió la derivación al hospital de referencia. Según Ballesteros, «lo único que precisaba el paciente era observación», hasta el punto de asegurar que «en Cruces el paciente no estaría ingresado en la UCI».

Casi dos horas

Tras ser rechazado en el hospital vizcaíno, el herido fue trasladado al de Laredo, donde le apreciaron un neumotórax y un traumatismo craneal, lo que motivó su trasladó con pronóstico grave al hospital de Valdecilla, que cuenta con una unidad especializada en este tipo de dolencias. Para entonces, ya habían transcurrido casi dos horas desde su llegada a Cruces.

Por su parte, la familia y los sanitarios que le atendieron mantienen que la doctora responsable de Urgencias «ni le miró». La camilla se quedó en el pasillo de entrada a boxes. «Si le valoraron como dicen, que presenten las pruebas, que me enseñen las placas», pide Leire, la esposa de Eduardo. «¿Y si hubiera sido más grave?, a simple vista no podían saber lo que tenía dentro», cuestiona. El joven cántabro seguía ayer ingresado en la UCI de Valdecilla con dos coágulos de sangre en la cabeza y dos costillas clavadas en un pulmón». «El encharcamiento ya está limpio gracias al drenaje y anoche (por el miércoles) le quitaron el oxígeno. El médico nos ha dicho que la recuperación será lenta y dolorosa», explica la mujer. La familia se plantea iniciar acciones legales contra Cruces por la supuesta falta de atención médica y ya ha puesto el caso en manos de abogados.

El alcalde de Castro Urdiales, Fernando Muguruza, aseguró ayer que ha solicitado por carta a los tres hospitales implicados: Cruces, Laredo y Valdecilla, sendos informes sobre el polémico incidente y anunció que «si se demuestra que el joven fue discriminado por ser de Castro», el Ayuntamiento cántabro demandará a Osakidetza.

El subdirector médico de Cruces negó que «se haya tenido en cuenta, ni en este caso ni en ninguno, la filiación del paciente» e insistió en que «cualquier persona que llegue al hospital será vista y evaluada por un médico, venga de Castro, Bilbao o Zarautz». «Todos los días tenemos derivaciones a otros centros y nos son remitidos enfermos de otros hospitales por problemas, graves y extremadamente graves», zanjó.

Fuente : elcorreodigital.com

Cruces respalda el diagnóstico de su jefe de Urgencias