El alcalde de Castro Urdiales, Fernando Muguruza, aseguró hoy que en el pleno del pasado sábado optó por la "desobediencia" a las instrucciones de su partido y logró hacerse con la Alcaldía con el apoyo del PP y de Acuerdo por Castro (AxC) por razones "justificadas", entre otras cosas, para "restituir" su "honor" y la "paz ciudadana" que, en su opinión, se alcanzará "en breve". Esas son las disculpas del tránsfuga alcalde de Castro Urdiales. Además, en un comunicado recalcó que lo que ha hecho no ha sido otra cosa que "votar por la candidatura del PRC", que es la que ha "jurado defender en todo momento".
En su opinión, esa "desobediencia justificada" al pacto municipal entre PSOE y PRC ha sido "intuitivamente comprendida por la inmensa mayoría de los castreños" y lejos de representar una "cobardía", supone enfrentarse a la "incomprensión de muchos" de sus compañeros, "que no todos".
Aseguró que se ha visto en la "difícil elección entre el principio del deber" y el principio de la defensa de su "honor" y "dignidad". A esto se añaden sus dudas sobre el pacto que habían negociado PSOE, PRC e IU, que no tenía claro que fuera la opción que "mejor garantice la consecución de la paz social" en el municipio, lo cual le llevó a desobedecer las indicaciones de su partido.
Tras recalcar que esa misma "desobediencia" se ha repetido en otros municipios donde los regionalistas no han secundado el pacto con el PSOE, lamentó la "falta de apoyo de los comités regional y local" y, "en especial, el desapego" del secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, al que, según dijo, consideraba su "amigo".
"Miguel Ángel Revilla sólo intentó comunicarse conmigo a escasas horas del pleno de constitución de la nueva Corporación, demostrando su desconsideración hacia mi persona, cuando siempre he defendido las siglas que él preside hasta la extenuación", sentenció.
Muguruza recordó que tras las elecciones del pasado 27 de mayo el resultado "supuso un importante revés a la lista regionalista" de Castro, que atribuyó, entre otras causas, a la "crispación" municipal, "la escasa inversión realizada por el Gobierno regional a lo largo de la legislatura, el incremento del censo con vecinos procedentes en su mayoría" de País Vasco y la "división" del PRC tras la última asamblea y la "contracampaña electoral" del "sector crítico".
"CHIVO EXPIATORIO"
En esa situación, resaltó que asumió "la responsabilidad de la derrota", pero desconociendo entonces que se había "puesto" su "cabeza a disposición del PSOE" y se le convertía así en "chivo expiatorio" del resultado electoral. Según dijo, la misma noche electoral se iniciaron los contactos entre el comité local del PRC y el PSOE, con la condición de que Muguruza "no participara en ellos".
Al mismo tiempo, señaló que comenzó una "campaña de desprestigio personal que alcanzó su grado máximo" con un comunicado de varios afiliados solicitando su dimisión y pidiendo disculpas a la ciudadanía por las "graves afrentas" según ellos cometidas por Muguruza hacia diferentes colectivos.
A la par, añadió Muguruza, sus compañeros en la lista municipal "contribuyeron en círculos locales a extender injurias, alimentando el caldo de cultivo propicio a una especie de linchamiento moral".
ABANDONADO A SU SUERTE
"Continuaron las reuniones entre los diferentes partidos con mi exclusión, por decisión del propio comité regionalista y sin que durante tres semanas la dirección regional pareciera darse por enterada de unas circunstancias vejatorias hacia mi honor, abandonándome a mi suerte sin el más mínimo apoyo personal ni político", agregó.
Finalmente, se cerró el pacto local con la inclusión de Izquierda Unida, dejando a Muguruza, en sus propias palabras, como "único descartado" y convirtiéndole de esa manera en "chivo expiatorio" o "moneda de cambio" del PRC hacia el PSOE. Toda esa sucesión de acontecimientos llevó finalmente al reelegido alcalde a plantearse la elección entre el "principio del deber" y la "defensa" de su dignidad, que resolvió desobedeciendo a su partido.
Extraído de: cantabriaconfidencial.com