viernes. 26.04.2024

En la pedanía castreña de Ontón «falta agua potable» desde hace demasiado tiempo. El pueblo dispone de un depósito al que «se echan botellas de cloro» para tratar de depurarla, pero cuando llueve lo que sale de sus grifos es un líquido «muy turbio que no se puede beber». Ha pasado un año desde que el Gobierno regional prometiera al alcalde pedáneo, Javier Gil, una solución provisional al problema, que aún no se ha ejecutado. Se trata de una estación para el tratamiento del agua potable (ETAP) que absorberá una partida de algo más de un millón de euros.

«El proyecto ya está aprobado y sólo falta que arranquen los trabajos. Quizá el mes que viene», aventuró Gil. Mientras, los 443 habitantes censados consumen agua embotellada. El año pasado Ontón cedió la gestión de sus infraestructuras hidráulicas al Consistorio castreño.

De momento, esta pequeña población se sigue surtiendo de varios manantiales cercanos, pero la idea es conectar su red de abastecimiento a la de Mioño. Y es que mejorar la calidad del suministro se ha convertido en una larga batalla que aún no tiene fin.

Extraído de: elcorreodigital.com

Los vecinos de una pedanía de Castro llevan más de un año sin agua potable