domingo. 23.03.2025

El Banco Santander acordó la venta de un piso en 2012 que aún no es propiedad suya

Diciembre de 2012. El Banco Santander, a través de la inmobiliaria Altamira, pone a la venta un piso en pleno casco histórico de Castro Urdiales. Una pareja interesada en el inmueble firma un precontrato y entrega una señal. El banco les concede la hipoteca, pero había que esperar unos días para poder escriturar. Hasta aquí, todo normal, una transacción inmobiliaria más de las miles (ahora con la crisis, menos) que se realizan cada semana en España.

De hecho, la historia parecía tan idílica que Rakel y David, "llenos de ilusión" y viendo que en unos días ya tendrían su hogar, decidieron formar una familia. Pero lo que iban a ser unos días fueron semanas, meses, y ya casi dos años de espera.





Según Rakel, "el banco sacó a la venta un piso que no era de él, y ahí radica el problema. Hasta que un juez de un juzgado de Madrid (no nos ha quedado del todo claro ya que siempre dicen algo nuevo) no firme unos documentos, dicho piso no será del banco". Además, se da la circunstancia de que "es un juzgado saturado, y puede ir para años".

Ahora, el niño que vendría con un hogar bajo el brazo, tiene ya 10 meses. Sus padres se ven "obligados" a seguir viviendo de alquiler, "pagando más de lo que pagaríamos con la hipoteca", en un apartamento. Mes a mes, Rakel y David sólo han oído que "para el mes que viene ya estará".

"Sólo hemos recibido evasivas y respuestas con rodeos, no entendíamos nada. Todo esto bajo amenazas de que dejásemos de llamar porque el banco, si no, nos devolvería la fianza y así se libraría de toda obligación con nosotros (dándonos a entender que nos estaban haciendo un favor)".

"¿Es legal sacar a la venta un piso que no es tuyo?" Rakel cree que no. Además, el Banco Santander "ni está apurado ni se disculpa con nosotros. Tan solo nos amenaza con devolvernos la señal y así librarse de toda responsabilidad".

Ansiedad, rabia e impotencia son algunas de las sensaciones que expresa Rakel al ver como, "una vez más", el ciudadano es engañado y maltratado por el pez gordo.

Los días siguen pasando, y la esperanza y la paciencia se van agotando. "He llorado mucho por no poder darle a mi hijo el hogar que con tanta ilusión pensamos en ofrecerle, y sé que aún me quedan muchas lágrimas por derramar".

Desde MUCHOCASTRO.com esperamos que la situación de Rakel, David y su pequeño se resuelva lo antes posible.

El Banco Santander acordó la venta de un piso en 2012 que aún no es propiedad suya