caso de Wolfgang Hase, el joven alemán que desapareció a finales de
noviembre en Castro Urdiales, está siendo objeto de investigación por
parte de una productora con el fin de elaborar un reportaje para la
cadena de televisión alemana RTL.
Cuatro meses después de que se
le viera por última vez, no hay noticias ni nuevas pistas sobre el
paradero de Wolfgang Hase, que por aquellas fechas se había acercado
hasta la vila castreña para asistir a la boda de un amigo. La noche
anterior se perdió su pista en un bar de la zona de copas. Nada más. Ni
un rastro, ni un movimiento en su cuenta bancaria. No ha aparecido su
cuerpo, ni su ropa, ni la cartera con su documentación.
La
investigación sobre este extraño caso parece topar contra un muro y,
pese a las búsquedas de Guardia Civil, Policía local, Protección Civil
e incluso bomberos, no hay nada nuevo.
Durante esta semana, los
padres del joven, Renata y Dietrich, acompañados de su traductora,
Christina, han visitado, de nuevo Castro Urdiales. En este caso,
acompañados de un equipo de televisión con el fin de grabar imágenes
para un documental de media hora sobre la desaparición de Wolfgang que
se emitirá por la cadena alemana RTL.
Reconstrucción
La
productora Mo.Tivies realiza este trabajo, promovido por una periodista
tras ver el cartel en la sección de desaparecidos del joven en la
localidad de Hildesheim y los recortes de EL DIARIO MONTAÑÉS, que
estaban pegados en la misma pared.
El equipo ha visitado junto a
la familia la localidad para recorrer la costa que fue peinada en
varias ocasiones por un amplio dispositivo. En esta reconstrucción de
los hechos también se entrevista a la ultima persona en ver a Wolfgang,
un amigo suyo, que tampoco ha recordado nada que pueda dar luz al
asunto; en su día se le practicó una regresión hipnótica, sin
resultados. También se han grabado los escenarios por donde pudo estar
del desaparecido, y se reproduce la ultima fotografía del joven
saliendo de un hotel castreño .
A pesar del tiempo transcurrido,
Renata y Dietrich no pierden la esperanza de que alguien pueda aportar
luz que, para bien o para mal, les ayude a cerrar la hedida. Por eso,
dicen, colaboran en la realización del documental.
La noticia
saltó a los medios de comunicación en diciembre, cuando la familia
empapeló las calles castreñas para intentar que alguien aportase datos
sobre el paradero de su hijo. Wolfgang tiene 32 años de edad, mide 1,85
y tenía el pelo oscuro y rizado. Su complexión es normal y habla
alemán, francés, e ingles.
Extraído de: eldiariomontanes.es