Cuando apenas restan quince días para el arranque la temporada oficial de baños en Castro Urdiales, el Ayuntamiento adjudicó ayer los servicios de vigilancia, asistencia y salvamento en las playas de la localidad a Cruz Roja. La entidad, que presentó su oferta el pasado mes de abril, dispone únicamente de dos semanas para planificar el dispositivo, seleccionar y contratar a los socorristas y a los patrones de las lanchas de salvamento y adquirir el equipamiento necesario.
El Consistorio castreño sacó a concurso el servicio por 288.000 euros. Hubo dos ofertas: la de la DYA, que se hizo cargo de esta prestación el año pasado, y la de Cruz Roja. A finales de mes, los responsables municipales examinaron las propuestas de ambas asociaciones, que eran muy similares en términos económicos -apenas había 100 euros de diferencia entre ambas-. Sólo quedaba examinar las condiciones técnicas de las dos ofertas para que la mesa de contratación se decantara por una.
Consciente de que el tiempo apremia, Cruz Roja prepara ya la selección del personal. No en vano, el operativo debe estar listo para el próximo 31 de mayo. Aunque el equipo debe estar compuesto por un mínimo de 19 socorristas, la entidad piensa contratar a 28 para que los relevos sean eficaces. Las dos primeras semanas sólo vigilarán los arenales castreños los fines de semana. Lo mismo ocurrirá del 16 al 31 de septiembre. El resto de días el servicio funcionará de lunes a domingo de 11.30 a 19.30 horas de forma ininterrumpida en las playas de Dícido, Brazomar, Solarium, Ostende, Arenillas y Oriñón.
Lanchas de salvamento
Además, la adjudicataria del contrato ofrecerá un servicio completo de ambulancia, cuyo equipo humano incluirá, al menos, un médico, una enfermera, un auxiliar sanitario y un conductor. El operativo se completará con dos lanchas de salvamento cedidas por el Ayuntamiento que vigilarán la costa. La tripulación deberá estar compuesta por un patrón titulado y un socorrista.
El verano pasado, el Consistorio decidió, a diferencia de años anteriores, unificar en un mismo concurso los servicios de vigilancia, asistencia y salvamento en los arenales de la localidad, pero el concurso quedó desierto y tuvo que abrir un procedimiento negociado. Al final, la temporada de baños se pospuso al 15 de junio, dos semanas después de lo previsto, debido a ese retraso en la adjudicación del contrato. En aquella ocasión fue la DYA quien asumió el operativo de forma ininterrumpida hasta el 15 de septiembre.
Extraído de: elcorreodigital.com