viernes. 19.04.2024

Marinel Mitre habla un correcto castellano a pesar de vivir en España

desde hace sólo siete años. Lo único que le delata es el acento. En

realidad, la barrera idiomática la derribó hace tiempo y eso le ayudó,

«entre otras muchas cosas», a enamorarse de Castro Urdiales. «Soy un

castreño más y eso es un motivo de orgullo», proclama. Dejó las tierras

de Drácula, «procedo del norte de Transilvania», y acabó en la parte

más oriental de Cantabria, previo paso por Málaga.

Este rumano de 38

años, casado y con dos hijos -de 10 y 14 años-, figura en las listas

electorales del PP. Es el candidato número diez, demasiado lejos para

aspirar a una concejalía. A pesar de ello, destila un optimismo que

rebosa entusiasmo. «Me gusta contribuir a que las cosas mejoren. En el

trabajo siempre he cumplido, como el que más, pero si no estás en la

política no puedes ayudar a la gente». Una respuesta sencilla al porqué

de su implicación política.

Mitre, que se gana el pan en la construcción, no ha elegido el PP por

azar. Según cuenta, cada mañana encontraba «un montón de propaganda

electoral» en su buzón de correo, «pero ningún partido decía nada de

los inmigrantes». Los populares, sí. «Fueron los únicos que se

interesaron por los extranjeros que residen en Castro y nos dieron la

oportunidad de participar activamente en la vida política del pueblo».

Él la abrazó con fuerza. «Es muy importante que nos integremos en el

sitio donde vivimos. No vale sólo con venir, trabajar y ganar dinero.

¿Hay que implicarse!».

Si su partido gana, Mitre tiene claras

sus prioridades municipales. «Habría que mejorar las infraestructuras

-aquí ya no puedes aparcar-, construir un hospital -para que la gente

no tenga que ir a Laredo- y habilitar un centro de ocio para los

jóvenes. A mi hijo de 14 años no le voy a mandar a un bar; necesitamos

un espacio para la juventud».

Extraído de: elcorreodigital.com

«No vale sólo con venir y ganar dinero. ¿Hay que implicarse!»