La histórica disputa de límites territoriales entre Muskiz y Castro se
acerca a su solución definitiva. Los Ayuntamientos de ambas localidades
se reunieron ayer en el municipio minero, por primera vez en treinta
años, para pactar sus fronteras. El encuentro oficial no zanjó la
cuestión, aunque sentó las bases de una negociación que intentará
alcanzar un acuerdo antes de acudir a los tribunales. En la cita
participaron también representantes de los Gobiernos cántabro y vasco.
La reunión se desarrolló durante casi dos horas en un clima de extrema
cordialidad, aunque sin apenas avances. Ambos municipios se limitaron a
defender sus posturas aportando diferentes documentos históricos. Los
representantes de Castro insistieron en prolongar su límite municipal
hasta la cima del monte Mello, mientras que Muskiz abogó por ampliar su
dominio hasta el arroyo Las Marcas. «Tenemos documentos que avalan la
pertenencia a Vizcaya de Ontón, pero no queremos llegar tan lejos»,
recordó el máximo edil minero, Gualber Atxurra.
Los
representantes de Muskiz y Castro mantuvieron posturas comunes respecto
al 40% de la frontera actual, aunque discreparon sobre el resto de la
línea divisoria. Ambas Corporaciones, en cualquier caso, se
comprometieron a estudiar la documentación de la parte contraria y
fijaron una segunda reunión para finales de enero, esta vez en la
localidad cántabra. Afrontarán entonces la última oportunidad de
alcanzar un acuerdo antes de acudir al Ministerio de Administraciones
Públicas.
«A los tribunales»
«Ambas
partes hemos demostrado un buen talante, aunque no hemos renunciado a
nuestras pretensiones. Hemos llegado a un acuerdo en casi la mitad del
límite, pero discrepamos en el resto», resumió el alcalde de Muskiz,
Gualber Atxurra. Su homólogo cántabro también abandonó satisfecho el
primer encuentro, aunque no se mostró convencido de una posible
solución pactada. «Mantenemos posturas muy opuestas y será difícil
alcanzar un acuerdo sin llegar a los tribunales», consideró Fernando
Muguruza, quien abogó por «respetar la historia y no originar un
conflicto entre vecinos».
Extraído de: elcorreodigital.com