La apuesta es firme. El Ayuntamiento de Muskiz recurrirá finalmente a
una norma de hace casi dos siglos para ampliar sus límites hasta la
pedanía de Ontón, en Castro. El anuncio, que llega en plena negociación
oficial del deslinde, responde al «desinterés» que, al parecer, ha
mostrado el Consistorio cántabro por alcanzar un acuerdo sobre las
fronteras. Ambas corporaciones afrontan hoy su segunda y definitiva
reunión formal, una cita que a tenor de estas intenciones se presume
baldía.
El Ayuntamiento de Muskiz basa su decidida apuesta en un documento que
aprobaron con rango de ley las Cortes Generales para definir los
límites provinciales de España en 1830. «Es la última referencia
oficial al respecto», asegura el alcalde, Gualber Atxurra. El histórico
texto ampliaba el territorio vasco hasta el río Sabiote, cauce que
atraviesa las pedanías cántabras de Ontón y Baltezana. Fue una zona que
perdió Vizcaya durante la segunda guerra carlista, en la que se
destruyeron los mojones para construir trincheras.
El
Consistorio minero, como ya adelantó en octubre, ha tomado la
conflictiva decisión tras comprobar la imposibilidad de alcanzar un
acuerdo con Castro sobre el deslinde. «Queríamos un pacto de caballeros
que respetase los usos y costumbres de la zona, pero nos hemos
encontrado con una postura enconada y cerrada a la negociación»,
asegura Atxurra. De hecho, el Ayuntamiento de Castro insiste en
reclamar a Muskiz 300 hectáreas, aunque en base al histórico documento
podría perder el doble de terreno.
Si ambas corporaciones
cierran la reunión definitiva de hoy sin alcanzar un acuerdo, como es
previsible, deberán enviar sus actas de disconformidad al Ministerio de
Administraciones Públicas, órgano que estudiará la documentación
presentada y fijará las fronteras. La decisión oficial, no obstante,
podrá recurrirse ante la justicia. «Entendemos que el Gobierno avalará
nuestra postura, pero si no es así acudiremos hasta donde haga falta
para reclamar los límites que por historia nos corresponden», asegura
el alcalde de Muskiz.
Disputa histórica
En
cualquier caso, el deslinde entre Vizcaya y Cantabria no tendrá una
solución a corto plazo. Tampoco la discrepancia sobre sus límites es
reciente. La confrontación entre ambas provincias por el dominio de los
terrenos es histórica, si bien el debate sobre las fronteras se reabrió
en 2006, tras casi tres décadas sin contactos. Fue el Ayuntamiento de
Castro el que reclamó entonces a Muskiz parte del territorio, aunque
ambas corporaciones acordaron constituir una mesa de diálogo para
abordar el problema.
Las dos delegaciones se reunieron por
primera vez en Muskiz el pasado 15 de diciembre, aunque el encuentro
sólo sirvió para comprobar la dificultad de alcanzar un acuerdo.
Extraído de: elcorreodigital.com