jueves. 18.04.2024

El Gobierno de Cantabria «retocará» el proyecto de puerto deportivo en Castro Urdiales para «reducir» costes y «apretarse el cinturón». Así lo anunció el pasado miercoles el consejero de Obras Públicas, JoséMaría Mazón, quien respondió a la polémica abierta desde hace meses entre colectivos castreños que se oponen al proyecto del Ejecutivo cántabro para este puerto.


Entre los cambios en el proyecto también se incluye que pasará a ser una encomienda a la sociedad pública Gesvican. El concurso convocado quedó desierto y no es posible hacer una concesión ante la negativa de los bancos a financiar infraestructuras que puedan ser objeto de demandas.

Mazón explicó que los cambios incluyen que la encomienda de gestión se hará por fases, separando el proyecto en varias partes en lugar de en una sola. Así, ya se ha dado la orden de iniciar la citada encomienda, que el mes que viene se plasmará de forma concreta, y durante el segundo semestre del año, cuando finalice la parte del parque de Amestoy, se «irá avanzando», pero siempre «poco a poco ».

El consejero precisó que estos cambios se hacen porque «es lo que se piensa en la Consejería », y no «porque quiera la asociación», en referencia a las críticas al proyecto del puerto deportivo por parte de la Plataforma Salvar la Bahía que, tras una reunión con él, dijo estar «decepcionado».

Mazón replicó ayer que «lamayor parte» de la gente de Castro con la que él ha hablado está «de acuerdo» con las tesis de la Consejería, y acusó a los miembros de esta plataforma de «arrogarse la representación de los castreños». «Nosotros escuchamos a todos, pero nos toca gobernar y ellos no gobiernan», advirtió tras rechazar las pretensiones del colectivo que, según dijo, pretende que se «amarren los barcos sin orden » y «en algunos casos» obteniendo beneficio de esta situación.

Frente a esto, en Obras Públicas persiguen el objetivo de «ordenar la bahía castreña y modernizar el frente marítimo de forma lógica y razonable », también desde el punto de vista económico.

Por su parte, y en una visión radicalmente distinta, los colectivos ciudadanos que lidera la Plataforma Salvar la Bahía consideran que el proyecto del Gobierno regional consiste en construir un puerto deportivo con 800 amarres, algo que, a su juicio, es una «pasada», y un aparcamiento subterráneo bajo del actual paseo, que tendría que levantarse 1,54 metros para evitar la cota máxima de pleamar.

Además de la zona de pantalanes, el proyecto incluye la prolongación del parque Amestoy, que se introducirá unos 30metros en la bahía, donde se ubicará un centro comercial. Según advierte la plataforma, este proyecto «destruirá todo el ecosistema » de este entorno, provocará la desaparición de toda la costa de roca y perjudicará a la regeneración del agua de la bahía.

Fuente: EL MUNDO CANTABRIA

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