viernes. 19.04.2024

El Grupo Popular en el Ayuntamiento de Castro-Urdiales ha presentado, en la mañana de hoy, una moción para instar al Gobierno de Cantabria a dar un paso atrás y anular el calendario escolar para el próximo curso 2017-18.

El texto se debatirá, previsiblemente, en el Pleno Ordinario de la Corporación la próxima semana, y obedece al "malestar generalizado existente en la comunidad educativa ante un modelo bimestral, que únicamente suprime las tradicionales vacaciones de Semana Santa por motivos ideológicos, afectaría al rendimiento académico de los alumnos y pondría patas arriba a las familias al dificultar enormemente la conciliación", ha afirmado la portavoz del GMP, Ana Urrestarazu.

 


Son tres las medidas incluidas en la propuesta de resolución de la moción del PP: instar a la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria a dejar sin efecto el nuevo calendario escolar, ya aprobado para el curso 2017/18; instar al Gobierno de Cantabria a que se apruebe uno nuevo como el que tradicionalmente se venía desarrollando en Cantabria, por trimestres y respetando las vacaciones de Semana Santa; e instar a que se inicie un proceso real de diálogo con todos los sectores de la comunidad educativa -padres, centros y administración- y con todos los partidos políticos con representación parlamentaria.

 

MOCIÓN DEL GRUPO MUNICIPAL POPULAR SOBRE EL CALENDARIO ESCOLAR EN CANTABRIA 2017/2018

La abajo firmante, en calidad de Portavoz del Grupo Municipal Popular del Excelentísimo Ayuntamiento de Castro-Urdiales, MANIFIESTA:

que en base a lo que dispone el artículo 91.4 y concordantes del R.D 2.568/86 de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales; PRESENTA, con el objeto de su inclusión, para debate y votación en el Pleno Ordinario de la Corporación Municipal, la moción que sigue.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El calendario escolar, uno de los aspectos esenciales de la organización de los tiempos escolares, está generado, desde el curso pasado, una situación generalizada de preocupación e incertidumbre al sucederse cambios sustanciales, irreflexivos e irresponsables.

La Consejería de Educación ha consensuado con los sindicatos y sólo con ellos un nuevo e inesperado calendario escolar para el curso 2017/2018, que vuelve a poner del revés el sistema educativo y va a contracorriente de las necesidades de los alumnos y de las  familias. Se insiste así en un proceso ya iniciado el curso pasado que, de nuevo, no cuenta con las suficientes justificaciones pedagógicas y con el consenso social necesario. Nos encontramos con un nuevo calendario que no ha sido sometido a la necesaria reflexión ni consenso, que ha generado división y el malestar de muchos colectivos y que va a volver a alterar la vida de muchas familias.

El nuevo calendario no tiene en cuenta las dificultades de conciliación que su modificación sorpresiva genera para las familias de Cantabria, sin mencionar la ausencia de una justificación pedagógica sólida que ampare estos cambios -se está generando más estrés al alumnado y se generan rupturas de ciclos de enseñanza con el nuevo modelo que pretende ser una “mala copia” de calendarios de otros países europeos-. En este sentido, traemos a colación el reciente informe del Consejo Escolar de Cantabria que cuestiona las pretendidas ventajas del calendario escolar 2016/17, que dividió el curso por bimestres en lugar de los habituales trimestres, y en el que redunda el nuevo modelo de calendario que, con toda probabilidad, agudizará los problemas generados este curso.

El nuevo calendario rompe por la vía de los hechos consumados con las tradiciones y raigambre cultural de nuestra sociedad, ya que elimina las tradicionales vacaciones de Semana Santa trasladándolas al mes de mayo para hacerlas coincidir con la festividad del 1º de mayo. Todo ello se hace sin contar con un consenso generalizado ni un proceso de diálogo imprescindible, sino por la vía de la imposición. Así, colectivos de padres como los representados por CONCAPA, asociación de padres con amplia implantación en nuestra región y en España, o iniciativas ciudadanas como la desarrollada a través de la plataforma change.org, que recoge casi 10.000 firmas en contra de esta supresión de las vacaciones de Semana Santa ponen de manifiesto la gravedad de la medida adoptada.

El calendario escolar y cualquier modificación del mismo debe ser fruto de un proceso serio y amplio de debate y reflexión. En este proceso, debe darse cabida a toda la comunidad educativa - familias, centros y administración- y se debe contar con la opinión de todos los partidos políticos del arco parlamentario. No se trata de un tema menor con el que se pueda experimentar, ya que estos experimentos tienen enormes repercusiones en la vida de las familias y en otros muchos aspectos de la economía, el turismo o incluso en el ámbito judicial (ej. medidas de guarda y custodia compartida en las que aparecen expresamente las vacaciones de Semana Santa). Mucho menos aún se pueden hacer todos estos cambios sin tener claro que beneficios se consiguen, máxime cuando estamos asistiendo aún a un curso que finaliza con un nuevo calendario que no ofrece seguridad en sus ventajas respecto al tradicional y que está siendo cuestionado por centros y familias.

NO se cuenta con las familias -a las que se divide y generan problemas de conciliación-; NO se cuenta con los centros -ni siquiera consultados para adoptar estos cambios y a los que se generan enormes problemas de organización-;  NO se cuenta con la seguridad de una mejora pedagógica objetiva para el alumnado -imprescindible para justificar estos cambios-; y todo ello se hace de modo gratuito en el más inapropiado de los contextos: un fin de curso inestable con numerosos problemas resultantes del novedoso calendario aplicado.

Se trata, en suma, de una clara muestra de falta de diálogo, falta de respeto a las tradiciones, precipitación y mucha, mucha preocupación en la sociedad cántabra y centros educativos.

Por ello, en base a lo anteriormente expuesto, PLANTEA la siguiente

PROPUESTA DE RESOLUCIÓN

1.- El Pleno del Excelentísimo Ayuntamiento de Castro-Urdiales acuerda instar a la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria  a dejar sin efecto el nuevo calendario escolar aprobado para el curso 2017/18, que divide el curso por bimestres y elimina las tradicionales vacaciones de Semana Santa al trasladarlas al mes de mayo.

2.- El Pleno del Excelentísimo Ayuntamiento de Castro-Urdiales acuerda instar al Gobierno de Cantabria a que se apruebe un calendario para el curso 2017/18 como el que tradicionalmente se venía desarrollando en Cantabria, por trimestres y respetando las vacaciones de Semana Santa, dando así estabilidad a las familias y al propio sistema educativo.

3.- El Pleno del Excelentísimo Ayuntamiento de Castro-Urdiales acuerda instar a la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria  a que se inicie un proceso real de diálogo con todos los sectores de la comunidad educativa -padres, centros y administración- y con todos los partidos políticos con representación parlamentaria en el que se consensue un modelo de calendario escolar estable y que no genere las incertidumbres y divisiones que sí genera el nuevo modelo adoptado.

Será necesario que en este proceso se recaben los estudios científicos necesarios  sobre la influencia del calendario escolar en el rendimiento de los alumnos y su impacto en la gestión del tiempo y la economía de las familias.

El PP propone instar al Gobierno de Cantabria a dar marcha atrás con el calendario...