viernes. 26.04.2024

​El domingo 22 de noviembre, el Grupo de Montaña Castro ​tenía prevista una salida a la Braña de los Tejos. Cuando los guías habían ido a preparar la ruta, habían disfrutado de un tiempo veraniego; sin embargo, los caprichos de la metereología hicieron que la ruta se convirtiera en una auténtica invernal.

El recorrido lo iniciaron en San Pedro de Bedoya, un bonito pueblo, perteneciente a Cillórigo de Liébana, encajonado en el Valle de Bedoya, cuyas laderas se encuentran cubiertas de vid para el famoso orujo lebaniego.

Ya en las primeras revueltas de la subida, comenzaron a encontrar nieve, que, poco a poco, se fue convirtiendo en un maravilloso espéctaculo, con todos los árboles cubiertos completamente de nieve. La falta de viento y una temperatura agradable ayudaban al disfrute.

Ya en la Braña de los Tejos, el espesor de la nieve sería de unos treinta centrímetos, pero en muy buen estado, lo que facilitaba el desplazamiento. Si ya la braña es un lugar mágico de por si, como salido de un cuento, especialmente dentro del bosque de tejos milenarios, en esta ocasión, el efecto se magnificaba por la nieve.

Los montañeros disfrutaron como niños con semejante espectáculo, agradecidos de haber tenido ocasión de verlo así y contentos por haber sido valientes y haber acudido a la ruta.

De la braña, descendieron hacia Peñarrubia, al pintoresco pueblo de Cicera. El descenso por el bosque ofreció, también, un hermoso paisaje invernal. Sin duda, fue una ruta inolvidable.

MONTAÑISMO/ El Grupo de Montaña Castro en Braña de los Tejos