viernes. 11.10.2024

Verónica Verdú Verdú (27 años), la internacional de Petrer que milita en las filas del BM Castro Urdiales cántabro, habló largo y tendido con DeporteCienPorCien. Su fichaje por el equipo que preside José Ucelay, la liga española, la actualidad de nuestro deporte, el papel de ‘La Roja’ en el Europeo y muchas otras cuestiones fueron analizadas por Vero Verdú, una jugadora con un verbo difícil de ver en el mundo del deporte. La balonmanista alicantina se recupera –con un duro trabajo de rehabilitación en gimnasio y piscina- paulatinamente de la fractura del tendón de Aquiles que sufrió en el duelo frente al Elda Prestigio en la jornada cinco. En unos de dos meses esperamos volver a verla en las canchas.


SU FICHAJE POR EL BM CASTRO URDIALES

¿Cómo fue tu llegada a Castro? ¿Por qué fichaste por el conjunto cántabro?

No fue al azar, Castro siempre es un equipo que me ha gustado. Su forma de jugar y su forma de hacer balonmano se ajustaba a lo que yo quería, se dieron las circunstancias…ya llevaba un par de años pensándolo y decidí marcharme. Yo estuve pensando porque aquí tenía mucho, lo tuve que dejar todo. El haberme ido de Elda fue un cambio para mí y ese margen de mejora seguía, las razones por las que me fui pues me gustó el proyecto, me gustaron las jugadoras que lo iban a componer y pensé y sigo pensando que iba a ser mejor para mí. No estaba mal en el Mar Alicante ni nada por el estilo, simplemente pensé que era un proyecto que iba en mi beneficio.

Hasta que te tuviste la lesión, ¿era tu mejor arranque de temporada?

Sí por supuesto. A nivel defensivo, a nivel de ataque y a nivel evolución, porque tú ves cómo vas evolucionando y qué capacidad tienes de mejorar en esto y lo otro. En Castro veía que lo que yo tanto había deseado en mi carrera deportiva, que era jugar, lo estaba consiguiendo. Había momentos en los que tenía ‘flashes’ de verme en Elda o Alicante en el banquillo y en Castro todo lo contrario…era yo la que estaba en la pista e igual había compañeras que no disfrutaban de esos minutos. Era todo lo contrario a lo que había vivido y, de hecho, hasta que me lesioné han sido los meses que más he disfrutado el balonmano en toda mi vida.

¿Crees que dejaste Elda demasiado tarde?

Ahora, sinceramente, pensándolo fríamente sí. Creo que tenía que haberme marchado de Elda al menos un par de años antes, sobre todo porque ya estaba muy estancada. Mi cartel de suplente o de ‘banquillera’, como lo queramos llamar, aunque también es cierto que en Elda no me han acompañado las lesiones y las veces que he estado ahí para entrar en el equipo y poder contar para Ángel, en este caso, siempre me he lesionado. Él no me ha dado la oportunidad pero, por unas cosas o por otras, siempre me he caído, me he levantado y me he vuelto a caer. Entonces para mí sí, el haberme ido fue una etapa que cerré en Elda y abrí otra completamente diferente.

La campaña pasada y ésta en Castro has demostrado que eres una de las mejores defensoras de España, eso te ha llevado incluso a la Selección Española. Pero la gente puede ver tu curriculum y pensar: es que es una jugadora ‘nueva’ que ha salido a la luz, entre comillas, con 25 ó 26 años…

Claro, tú ves mi curriculum y puedes decir ha ganado no sé cuántas ligas, ha ganado no sé cuántas copas pero ¿cuántos minutos he jugado? ¿Cuántos títulos he ganado yo con sudor? Tú al final asumes un rol, un papel en el quipo que también es importante y también formas parte de esa plantilla, pero la satisfacción de ganar una final con tu sudor la sentía desde fuera. Recuerdo muchísimos títulos que hemos ganado con sabor agridulce, sabor agridulce porque no lo disfrutas igualmente. El haberme marchado a Alicante ya fue una progresión, más lenta que este año en Castro, pero necesaria porque me dieron la posibilidad de jugar, en defensa toda y en ataque, poquito a poco, porque tenía a Bea –Fernández- también en el puesto y eso es importante, tener a una jugadora buena en tu puesto. Fueron dándome esos minutos hasta la Copa de la Reina, fue una competición que me salió muy bien y gracias a eso y todo el trabajo anterior me llegó esa convocatoria para la selección nacional. Para mí, hoy por hoy, mi mejor año ha sido el de Alicante porque me ha permitido cumplir un sueño que es llegar a esa selección.

En Castro tienes una importancia total, tanto en defensa como en ataque, y arrancó muy bien la competición liguera. Pero tu lesión y la marcha de Bea Sánchez han mermado mucho el potencial del equipo ¿no?

Bueno, somos un equipo que no se caracteriza tampoco por tener grandísimas jugadoras sino que es un bloque. Creo que cuando a ese bloque le quitas un ladrillo y luego otro pues se rompe y hay que volver a construirlo. Ha llegado una chica nueva –Boklaschuk-, ha tenido que adaptarse a las compañeras, eso le pasa a cualquiera ¿no?. En un equipo donde tampoco somos tantas, se van dos que estaban jugando más minutos y eso tiene que volver a recomponerse y eso cuesta un poco. Aún así yo creo que todavía falta mucha liga y somos un equipo peleón, vamos a seguir luchando porque en la primera vuelta hemos perdido un montón de partidos de un gol, de un gol de dos…es decir, estamos ahí pero falta algo que ojalá la experiencia haga que en la segunda vuelta podamos sacar algún puntillo de esos.

¿Crees que hay equipo para estar entre las ocho mejores al final de la liga?

Sí, creo que sí. Sin duda. Y apretando, yo tenía una apuesta a principio de temporada de quedar entre las cinco primeras. Por el equipo que veo, cómo estamos entrenado y viendo cómo está el grupo es un equipo para estar entre las cinco primeras.  Lo que pasa es que la temporada es muy larga, pasan muchas cosas, hay muchos equipos que dan sorpresas y todos estamos ante ese riesgo. Ojalá podamos quedar, si no entre las cinco, entre las seis primeras cuando acabe la temporada.

La ucrania María Boklaschuk que vino cuando se fue Bea Sánchez es la única jugadora no española en las filas de un equipo que iba a ser español 100% por un deseo del presidente, José Ucelay. ¿Cómo es el presidente? ¿Ucelay es una persona apasionada no?

Sí, le gusta muchísimo el deporte. Él antes era remero, pero hace ya mucho tiempo que se volcó con el balonmano y es una persona que se preocupa muchísimo tanto por las jugadoras, como por el club y está desbordado. Realmente se desvive haciendo su trabajo, buscando esto y buscando lo otro. Uno de sus deseos era crear un equipo ‘nacional’ y, ante la marcha de Bea, no ha tenido más remedio y Boklaschuk se está adaptando y está dando buenos resultados.

LA LIGA ESPAÑOLA

El Itxako es de otro nivel, pero ¿cómo ves la liga después de que hay transcurrido casi la mitad de la competición?

Creo que estaba asumido antes de empezar la liga, porque es un equipo creado para la Champions y con un presupuesto muy superior al de muchos equipos de la liga. Es como la liga de Itxako y luego una liga paralela del resto. En esa liga paralela, Elda ha sorprendido a todo el mundo. A mí, sinceramente, no me ha sorprendido tanto porque Elda tiene una identidad, tiene una forma y tiene un estatus, igual que Sagunto. Sagunto empezó mal pero yo estaba segura de que iba a resurgir e iba a estar ahí arriba, ha vuelto Cristina Mayo y siguen jugando a u balonmano, que es el balonmano que más daño hace. Sagunto y Elda están arriba y Elche, con la plantilla tan joven que tiene, para mí ha sido una sorpresa positiva. Hablando de Monóvar empezó irregular, es novato en la categoría y tiene mucho que aprender, pero ahí está peleando para meterse en la Copa de la Reina. Tiene jugadoras muy peleonas y el quipo ha mejorado, sustancialmente, en cuanto al año pasado en determinados puestos o determinados refuerzos que tienen más experiencia en esta categoría y está ganando sus partidos. Creo que Monóvar, si no pasa nada, es un equipo que va a mantener la categoría porque tiene un bloque bastante completo. Respecto a Alicante, Alicante es un poco la sorpresa, la decepción, ahora ha cambiado y ha llegado Ángel. Se apostó muy fuerte desde la directiva por traer a gente extranjera, gente que, relativamente, eran buenas o solventes y con el tiempo, por unas cosas o por otra, se ha visto que los resultados no han acompañado. Han decidió cambiar al técnico y de Ángel qué vamos a decir, Ángel en función del equipo que tiene va a exprimir todo y creo que alicante en la segunda vuelta va a estar y va a ganar más puntos que en la primera y también está ahí para meterse en la Copa.

En una liga donde los presupuestos han decrecido, los sueldos han bajado y el potencial general también. ¿Crees que equipos como Elda y Elche, que se preocupan mucho de la base y tienen canteras muy sólidas, estarán arriba siempre si esto sigue así?

Creo que son propuestas interesantes porque ahora decimos son jóvenes, pero son jóvenes que llevan trabajando muchos años. Tú ahora mismo en un equipo grande como Itxako con grandísimas jugadoras, pero en Elda, Castro u otros equipos traen extranjeras que no son grandes cracks pero son extranjeras y eso también cuesta adaptarlo. A lo mejor ha pasado en Alicante, han traído extranjeras buenas pero igual no han sabido adaptarse. Ante eso, yo me quedo un equipo joven de gente con 18, 19 ó 20 años, que tienen sus errores pero van mejorando y se van a ir compactando porque el balonmano es un deporte colectivo y lo que prima es que jueguen en colectivo. De nada sirve traerte a dos primeras líneas, a dos extremos o a una portera internacional si realmente no se adapta. Elche ya había empezado con anterioridad y ahí están los resultados, y Elda, por las circunstancias, ha tenido que adaptarlo y ha tenido que traer a gente joven. Ojalá cuando yo he estado muchos años en Elda, o hemos estado gente de Elda en el Elda, se hubiera hecho eso. Pero también el balonmano español ha necesitado de gente extranjera para hacerlo grande, porque han venido grandes jugadoras que han dejado su huella aquí. Es una paradoja o como quieras llamarlo, se necesita gente extranjera  porque esta liga necesita de experiencia internacional pero ¿son imprescindibles? En determinados casos también lo pienso, yo apostaría más por el producto nacional.

Ahora hay muchísimas jugadoras que no son nacionales y algunas con un nivel medio-bajo que impiden las opciones de las jugadoras españolas. ¿Qué se te pasa por la cabeza cuando se escucha a los dirigentes de los clubes decir que las españolas ‘os subís a la parra’ y las extranjeras vienen aquí por dos duros?

Sienta mal a la jugadora española, porque nos ha costado mucho tiempo revalorizarnos. Hace no más de cinco o seis años, la jugadora española era la que estaba siempre de segunda a no ser que fuera internacional y con mucho renombre. Se ha apostado muy poco por el producto nacional a lo largo de los años y ahora qué pasa que llega la crisis y vemos equipos que potencian mucho más la cantera, se ve que hay que recortar de cualquier sitio y, aun así, traen gente de fuera por muy poco dinero que van a hacer el mismo papel que una jugadora española. ¿Qué merece la pena? Ahora mismo estamos en una situación que no te puedes traer a grandes jugadoras, apuesta por las jugadoras que tienes y fórmalas para que la liga española pueda ser de calidad pero con menos extranjeras.

BALONMANO / "Hasta que me lesioné han sido los meses que más he disfrutado del...