lunes. 05.05.2025

Tras el rastro de los peces de colores

La prohibición está vigente sólo en el segundo semestre de este año. En

2009 volverán los barcos aunque con una sensible reducción de días o

buques, adelantan desde el Gobierno vasco. No obstante, la medida para

faenar en aguas vascas no afecta a la flota castreña de poco porte. Son

19 embarcaciones que emplean las llamadas artes menores (redes,

palangre a flote y palangre de fondo) y que, amparados en la costumbre

y en los derechos históricos, pueden seguir trabajando en sus

habituales caladeros.

Un vistazo a la lonja de Castro Urdiales muestra sus

capturas. Hay un sanpedro, fanecas, perlones, cabrillas, cucos,

chicharro blanco (se cotiza a 2,30 euros porque es mejor que el

chicharro maricón, a 18 céntimos), verdeles, sargas, sardinas,

pescadillas, alguna raya, salmonetes (12 euros)... Pero lo que buscan,

explica Pablo Villasante, son «los peces de colores», como llaman en

Castro a doradas (hasta 18 euros el kilo), mojarras y demás pescado con

buen precio en el mercado.

«Los de la flota artesanal hemos ido juntos toda la

vida. Vascos y castreños. Pero a cuenta de este embolado no nos

hablamos unos con otros desde mayo, desde que quitaron las licencias.

Ellos ya ni venían a vender pescado a Castro», explica Santiago

Alegría, del 'Flavi'. «Pero la noche del jueves hubo un entente entre

aparatos, por radio. Ahora ellos, gente de Zierbena, Santurtzi,

Algorta, Plentzia y Armintza, nos apoyan. Esto lo vamos a hablar y a

solucionar los pescadores».

La mar y los peces, dicen, no entienden de fronteras.

Son los vascos los que, a menudo, van a vender sus capturas a la lonja

de Castro. Allí les hacen también sus redes para salmonetes. «Cada uno

tiene su casa, pero, más o menos, somos el mismo puerto», dice Alegría.

Al final, se habla de jornales. «Si nos quitan estas licencias,

desaparece la lonja de Castro Urdiales», explica Pablo Villasante.

Extraído de: elcorreodigital.com

Tras el rastro de los peces de colores