La niña de ocho años que fue rescatada de una piscina privada en Castro
Urdiales el pasado jueves ha experimentado una ligera mejoría, aunque
continúa grave. Según fuentes del hospital vizcaíno de Cruces, su coma
ya no es profundo, aunque sigue con respiración asistida.
La menor, de origen rumano, fue trasladada en coma al hospital vasco,
tras ser devolverle el pulso los sanitarios. Sin embargo, su
hermanastra, de 16 años, perdió la vida cuando intentó rescatar a la
pequeña, ya que, según relataron testigos «no sabía nadar».
Según la investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil, las
dos hermanastras jugaban juntas en la piscina de menores. La hermana
mayor se ausentó unos momentos a su domicilio, aunque «en principio,
vigilaba a su hermana», según señaló la Delegación de Gobierno. En ese
momento, la menor se pasó a la piscina de adultos y, cuando llegó su
hermana, vio a la pequeña en apuros y saltó a la cubeta de los mayores,
donde, presumiblemente, en el forcejeo por rescatar a la niña, ambas
tragaron agua hasta ahogarse una de ellas. Una vecina del inmueble
realizó la llamada de socorro tras ver los cuerpos de las dos
hermanastras «flotando en el agua». La familia acababa de trasladarse
al municipio castreño. Sus padres están siendo asesorados por el
departamento de Asuntos Sociales municipal. Después del accidente y
tras certificar la muerte de la adolescente, la Policía Judicial se
encargó del atestado realizado en el lugar de los hechos, una
urbanización con piscina privada situada en Menéndez Pelayo, número 42,
en una céntrica calle de la ciudad.
La piscina donde cayeron las dos rumanas fue vaciada tras el siniestro.
Extraído de: eldiariomontanes.es