jueves. 28.03.2024

La Guardia Civil de Cantabria ha procedido a la detención de un hombre de 67 años y residente en esta Comunidad Autónoma, como presunto autor de un delito contra la libertad sexual sobre su hija, durante más de 10 años, y dos sobrinas cuando las mismas eran igualmente menores.


Tras su detención y puesta a disposición del Juzgado de Guardia de Santander, ingresó en prisión el pasado día 10 de febrero. A la autoridad Judicial igualmente se le hizo entrega de un ordenador portátil donde se sospecha que el detenido pudiera tener fotografías de su hija desnuda cuando aún era menor de edad.

El pasado 7 de febrero el Equipo de la Mujer-Menor (EMUME) de la Guardia Civil de Cantabria tras mantener un encuentro con una joven de 21 años pudo saber los continuos abusos sexuales de los que supuestamente había sido objeto desde los 8 años por parte de su padre adoptivo, comenzando una investigación para determinar lo sucedido.

De lo actuado se desprende que estos abusos comenzaron nada más ser adoptada, empezando por tocamientos cuando se encontraban solos, con la escusa de “que era algo normal y era un secreto”.
Superioridad manifiesta

A medida que la niña fue creciendo estos abusos cada vez fueron más continuos y más graves, llegando al acceso carnal, y pese a la negativa de la menor, era amenazada con que si contaba algo “iba a destrozar la familia”.

El control del padre sobre la menor era férreo, llegando incluso a prohibirla a salir con sus amigas si se negaba a mantener relaciones sexuales con él. Igualmente se desprende que el detenido utilizaba diferentes coacciones y chantajes tanto para conseguir sus pretensiones, así como para que no revelará lo que sucedía.

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Pesadillas habituales

Estos hechos se alargaron hasta pasada la mayoría de edad de la joven, momento en que ella, por diferentes circunstancias pudo ir apartándose de su padre, pero cuando coincidían en el domicilio familiar se encerraba en su habitación.

Todo lo ocurrido le afectó en sus estudios, actualmente sufre pesadillas habituales con su padre, duerme muy poco, y cuando sueña con lo sucedido se enfada y se siente anulada.

Dos sobrinas hace unos 30 años

La investigación también ha puesto al descubierto que el detenido presuntamente abusó de dos sobrinas hace unos 30 años, cuando estás pasaban algún fin de semana con él o en periodos vacacionales.

Antes de su ingreso en prisión, la Guardia Civil pudo saber que una de sus sobrinas cuando tenía unos 13 o 14 años también había sido víctima de abusos, no repitiéndose al no haber más ocasiones en que se encontraran a solas.

Continuadas con las indagaciones esta semana los agentes han podido saber que una hermana de la anterior, cuando tenía unos 10 años, y por un periodo de otros cuatro, también sufrió supuestos abusos por parte de su tío. Que lo sucedido le llevó a tener que recibir tratamiento psicológico para poder rehacer su vida.

La investigación que continúa abierta está siendo desarrollada por agentes especialistas del EMUME (Equipo Mujer-Menor) y del grupo de delitos contra las personas de la Guardia Civil de Cantabria.

Prevención de los abusos sexuales a menores
Los hechos de abuso sexual a menores no se deben callar y es muy importante denunciar desde el primer momento para poder dar protección a las víctimas.

La denuncia puede ser puesta en cualquier Puesto de la Guardia Civil y se cuenta con especialistas en la investigación de este tipo de delitos como es el EMUME. Es muy importante aportar todas las pruebas del abuso. Por ejemplo, un parte médico, el nombre de personas que vieron el abuso, o la ropa que llevaba puesta en el momento del suceso. Algunas de las señales que nos pueden indicar un posible abuso a menores son las siguientes:

-Cambios importantes de comportamiento, como por ejemplo, perder las ganas de comer, llorar mucho, tener pesadillas, tener miedo a la oscuridad.

-Comportamiento de niño pequeño, como por ejemplo, empezar de nuevo a orinarse en la cama, chuparse el dedo, expresar con dibujos, fantasías o juegos de actividades sexuales que ha sufrido.

-Negarse a ir a la escuela.

-Tener mucho miedo a una persona o a que nos dejen en un lugar.

-Mostrar mucha violencia y agresividad.

-Hacerse daño a uno mismo o tener muchos accidentes.

-Tener la ropa interior rota, manchada o demasiado sucia.

-Tener sangre en la vagina o el ano, dolor, picor o inflamación en los genitales.

Desde la familia hay que intentar prevenir los abusos sexuales a menores con una buena comunicación, que sientan la confianza suficiente para contarnos cualquier problema y no dudar de su palabra sobre estos temas, enseñar a los niños a decir “no” y que hay partes de su cuerpo que solo pueden tocar ellos, que sepan distinguir entre los secretos buenos y malos, y también que conozcan las diferentes formas de acoso que existen en las nuevas tecnologías. Los problemas de abusos tienen que ser tratados por profesionales, así como ser conscientes que también pueden ser cometidos por otros menores.

La Guardia Civil de Cantabria detiene a un hombre por presuntamente abusar sexualmente...