Los créditos es mejor cerrarlos lo antes posible
Tenemos que entender que los intereses de los préstamos se generan mes a mes. Es decir, conforme vamos devolviendo cuotas del crédito, una parte pertenece al importe prestado y otra a los intereses generados. Estos últimos se calculan sobre el capital pendiente de devolución. Por tanto, cuanto menos pagamos al mes, más lenta baja la cifra de capital y durante más tiempo se generarán intereses.
La diferencia es grande. Pagar el crédito en 4 años en lugar de en 7 supone un ahorro de muchos euros, un dinero nada despreciable. Además, esta cantidad se podría reducir todavía en caso de solicitar un préstamo con un interés más bajo respecto a la TAE promedio del mercado.
Una cuota cómoda para mayor tranquilidad
Lo primero que tenemos que hacer es no dejarnos llevar por la publicidad y por el importe que propongan. Es por ello que contar con una entidad de comparación de referencia a nivel europeo es una garantía de éxito.
Debemos saber que, tal y como hemos visto, optar por una cuota muy pequeña puede suponer un gasto mucho más grande a la larga en nuestro préstamo personal. Esa opción será interesante en caso de que no podamos permitirnos asumir una mensualidad mayor, pero si no nos supone ningún problema, lo ideal es aumentarla. ¿Hasta qué importe?
Por norma general y según indican desde instituciones como el Banco de España, no debemos dedicar más del 35% de nuestros ingresos al pago de deudas. Es decir, si cobramos 1.500 euros, la suma de las distintas cuotas de créditos no deberían sobrepasar los 500 euros aproximadamente.
Esta cantidad es orientativa, y no siempre es posible ajustarse a ella. La economía familiar atraviesa altibajos que pueden cambiar los ingresos drásticamente, en especial en tiempos de pandemia.