Se trata de una medida cuya ejecución no ve factible la concejala con tan poco margen de tiempo. Está en manos de los técnicos municipales para su estudio pero entiende la edil que son varios los aspectos a tener en cuenta, como "si es factible hacer esto al margen de los pliegos de condiciones que nosotros hemos aprobado y si habría que modificar determinadas ordenanzas fiscales porque hay unas tasas por ocupación de suelo público". Además, "si esta posibilidad de alquiler se diera, habría que hacerlo abierto para que más empresarios pudieran acceder y no dárselo directamente a uno". Si los técnicos dieran el visto bueno, "andaríamos muy justos para hacer modificaciones". Así las cosas, la instalación de barracas para las fiestas de la Semana Grande y el Coso Blanco sigue en el aire.
La concejala entiende que desde un principio los empresarios barraqueros "no querían venir a la nueva ubicación. A lo mejor siguen pensando que las tasas son elevadas para el sitio y también nosotros nos tengamos que plantear hacer la modificación de la ordenanza, pero ahora de tiempo yo no lo veo. A ver qué dice la secretaria".
Al margen de ésta, la Concejalía ha recibido otra propuesta que plantea volver al parque Amestoy colocando las barracas de otra forma. Esto ya no es posible, entre otras cosas, porque "ya hemos decidido poner en esa zona las casetas de hosteleros".