jueves. 28.03.2024

Es sabida la mala fama que tienen los funcionarios entre los demás trabajadores españoles. Mientras a unos les golpea el paro, los recortes y la temporalidad del empleo, los funcionarios disfrutan de su plaza fija (vitalicia) y sin posibilidad de despido, con un sueldo regular (regular para lo bueno, y regular también para lo malo, todo hay que decirlo).



Ahora bien, todas estas razones son discutibles, subjetivas y muy debatidas. En cierto modo es lógico ya que uno de cada siete trabajadores están a sueldo de una administración. Por tanto ese 1 de cada 7, como mínimo, está en contra de lo dicho anteriormente (más de 2'5 millones en España).

Pero alejémonos de la polémica existente con el funcionariado en general y centrémonos en un caso concreto: Castro Urdiales, un pueblo de Cantabria.

Hay mucho revuelo montado alrededor del Ayuntamiento de ese municipio. Todo comenzó con unas declaraciones de su alcalde, Fernando Muguruza, en las que denunciaba el absentismo laboral injustificado de sus funcionarios, a los cuales intentó abrir un expediente que fue rechazado por el Pleno.

Sin embargo, el Órgano Colegiado si que ha aprobado una medida diferente para luchar contra la pereza funcionarial. Ahora se les premia a estos trabajadores con un plus por tan solo ir a trabajar. Un plus que puede suponer hasta 700 euros más al año.

Y yo me pregunto: Y el sueldo que cobraban hasta ahora, ¿por qué era? ¿No se supone que en el sueldo regular de cada trabajador entra el ir a trabajar y realizar las labores con eficacia y rapidez?

Mientras en España estamos llegando a esta situación, en otros países, como Italia, despiden a los funcionarios a la tercera falta sin justificar. Luego nos preguntamos por qué nosotros no salimos de la crisis (o desaceleración económica como llaman algunos) y mientras ya no tienen que apretarse el cinturón cada mañana (Alemania, Francia…).

Ya sabemos el porqué de la mala fama de los funcionarios.


La mala fama de los funcionarios