23 de septiembre de 2010, 13:16
Que difícil es decir en pocas palabras los Sentimientos vividos durante la corta estancia de nuestra madre, Julia Cantero Iturriaga en esa Residencia Municipal de Castro Urdiales (para nosotros siempre Santo Hospital).
Pasados los primeros días de intimidad y recuperados del sosiego que conlleva la muerte de un ser querido, tenemos que mirar hacia nuestro pasado mas reciente para sobreponer el dolor con los agradecimientos.
Agradecimientos que siempre guardaremos en nuestros corazones… las atenciones que hemos vivido junto a nuestra madre (algunas veces, parecía que estaríamos estorbando el trabajo diario de todo el Personal, Auxiliares, Enfermeras y Doctoras, y Hermanas Siervas de Jesús… en ningún, momento sentimos un mal gesto, una mala palabra, si no todo lo contrario…. un apoyo y un sentimiento especial de cariño para con todos nosotros en estos momentos tan difíciles y tan complicados como es el paso de la vida a la muerte).
En este breve espacio de tiempo nos ha permitido vivir y comprobar la calidad personal, la entrega y el sentido de servicio a los demás que realizan en esta nuestra Residencia Municipal de Castro Urdiales…
Por todo ello, que difícil de expresar los sentimientos…. gracias sobre todo, por el consuelo humano vivido hasta los últimos momentos en la enfermedad de nuestra madre, el acompañamiento en el dolor, el acompañamiento en la oración y permitirnos el estar junto a ella hasta el último momento antes de partir hacia la vida Eterna.
A las Siervas de Jesús: Madre Superiora Sor Oliva, hermanas Concepción, Pilar, Dolores y Pilar… a nuestros Sacerdotes Sergio y Chema (que acompañaron espiritualmente a nuestra madre), al Centro de Salud Cotolino con su total disposición a sus enfermeras y en particular al Doctor Nicanor Valle (con sus atenciones inmediatas y gran profesionalidad), a los anteriormente citados, y a todos los amigos que nos acompañaron en los actos religiosos celebrados por su eterno descanso en los templos Castreños, por todo ello… Gracias
Nunca olvidaremos vuestro esfuerzo, vuestro apoyo y comprensión
Javier, Iñaqui, León y Mila
Carrasco Cantero
Castro Urdiales, 20 de Septiembre de 2010
Pasados los primeros días de intimidad y recuperados del sosiego que conlleva la muerte de un ser querido, tenemos que mirar hacia nuestro pasado mas reciente para sobreponer el dolor con los agradecimientos.
Agradecimientos que siempre guardaremos en nuestros corazones… las atenciones que hemos vivido junto a nuestra madre (algunas veces, parecía que estaríamos estorbando el trabajo diario de todo el Personal, Auxiliares, Enfermeras y Doctoras, y Hermanas Siervas de Jesús… en ningún, momento sentimos un mal gesto, una mala palabra, si no todo lo contrario…. un apoyo y un sentimiento especial de cariño para con todos nosotros en estos momentos tan difíciles y tan complicados como es el paso de la vida a la muerte).
En este breve espacio de tiempo nos ha permitido vivir y comprobar la calidad personal, la entrega y el sentido de servicio a los demás que realizan en esta nuestra Residencia Municipal de Castro Urdiales…
Por todo ello, que difícil de expresar los sentimientos…. gracias sobre todo, por el consuelo humano vivido hasta los últimos momentos en la enfermedad de nuestra madre, el acompañamiento en el dolor, el acompañamiento en la oración y permitirnos el estar junto a ella hasta el último momento antes de partir hacia la vida Eterna.
A las Siervas de Jesús: Madre Superiora Sor Oliva, hermanas Concepción, Pilar, Dolores y Pilar… a nuestros Sacerdotes Sergio y Chema (que acompañaron espiritualmente a nuestra madre), al Centro de Salud Cotolino con su total disposición a sus enfermeras y en particular al Doctor Nicanor Valle (con sus atenciones inmediatas y gran profesionalidad), a los anteriormente citados, y a todos los amigos que nos acompañaron en los actos religiosos celebrados por su eterno descanso en los templos Castreños, por todo ello… Gracias
Nunca olvidaremos vuestro esfuerzo, vuestro apoyo y comprensión
Javier, Iñaqui, León y Mila
Carrasco Cantero
Castro Urdiales, 20 de Septiembre de 2010