El pasado 1 de Marzo se abrió la costera de la anchoa después de cuatro años del cierre de los caladeros en el Golfo de Vizcaya, aunque presumiblemente no aparezca tan preciado tesoro hasta bien avanzado el mes de abril. Dos son las embarcaciones de Castro Urdiales que se hagan a la mar en busca del “desaparecido” bocarte, el ‘Padre José’, propiedad de los hermanos Díaz, y el ‘Albo Puertas’, propiedad de los hermanos Albo, más conocido en el Cantábrico, cariñosamente, como ‘El Potroso’.
Para el ‘Padre José’ será la ultima campaña que se pueda dedicar a la pesca de la anchoa, pues está irremisiblemente condenado a la desaparición, tiene solicitado y concedido el desguace para el próximo mes de septiembre, pero sus dueños tienen depositadas serias esperanzas de que puedan hacer una buena campaña y aprovechar al máximo este su último año en las aguas del Cantábrico. Campaña que no estará exenta de polémica, porque, según armadores y tripulantes, existen serios agravios comparativos entre las embarcaciones de distinto tonelaje.
Capturas máximas
Los agravios comparativos a los que hacen referencia armadores y tripulantes son: Que mientras las embarcaciones de menos de 260 GTS solo pueden pescar 5.000 Kg. semanales de anchoa con un grano de entre 38 y 50 unidades kilo, las embarcaciones con más de 260 GTS y con menos de 10 tripulantes a bordo pueden embarcar hasta 12.500 kg. semanales. Los tripulantes sobre todo, se preguntan, ¿que culpa tenemos nosotros de ir en barcos pequeños?, o sea, ¿que por ello tenemos menos derechos que las embarcaciones grandes?, “nosotros tenemos los mismos gastos que los tripulantes que van en barcos grandes”, ¿por que no tenemos derecho a ganar igual que ellos?. Son preguntas que se hacen los tripulantes de estos dos barcos cuando se les pregunta por la campaña de este año.
En la reunión de Federaciones de Cofradías del Cantábrico Noroeste para la gestión de la Pesquería de la Anchoa celebrada el pasado día 8 de febrero, se acordó lo siguiente:
1º Apertura; 1 de marzo a 30 de junio de 2010.
2º Capturas máximas; Hasta 38 granos: Tope máximo semanal, 900/kg. por tripulante embarcado. Tope máximo diario 5.000 kg. por embarcación.
Para grano de 38 a 50 (con margen de tolerancia 10% sobre el número máximo): Tope máximo semanal 5.000 kg. por embarcación, tope máximo diario: 2.000 kg. por embarcación. Las cantidades capturadas en este tramo, se descontarán del total por embarcación contemplado en el primer supuesto.
EXCEPCIÓN: Una embarcación de cerco, que sea mayor de 260 GTS y con menos de 10 tripulantes, podrá pescar 12.500 kg. por semana.
Estos topes de capturas, podrán modificarse por acuerdo consensuado de los Presidentes de las Federaciones del Cantábrico Noroeste, en función de la evolución de la pesquería.
3º Cesión de excedentes; Los trasbordos sólo podrán efectuarse cuando se cumplan los siguientes requisitos:
Deben realizarse entre embarcaciones autorizadas y despachadas para la pesca de la anchoa, incluidas en la lista de referencia.
Los trasbordos pueden hacerse en la mar, o entre embarcaciones que estén en el mismo puerto de venta.
4º Control; Enviar relación de barcos con lista de tripulantes. En el caso de que se produzcan modificaciones, las Cofradías deberán comunicarlo a las federaciones, y las federaciones entre ellas.
Las cofradías remitirán estadísticas diarias a las Federaciones, consignando los siguientes datos: Embarcación, Kgs. capturados, tamaño y precio. Entre Federaciones se difundirá esta información semanalmente.
Con esto en la mano, le preguntamos a José Manuel Díaz, patrón del ‘Padre José’, su opinión sobre el tema. Su contestación fue tajante, “se va a matar mucha anchoa, hay cantidad de embarcaciones que usan chupones para meter la pesca a bordo, después tienen clasificadoras como las que usan las fabricas de salazón, y todo lo que sobre, irá muerto a la mar”. “Nosotros, los que no usamos esos sistemas y solo usamos el arte, seremos los que más cuidemos esta especie, pues no mataremos absolutamente nada o casi nada”.
Preguntado su otro hermano, Fidel Díaz, sobre la desaparición del barco para el mes de septiembre, nos dice apenado que, “son muchos años ya en la mar para nosotros, mi hermano José Manuel tiene ya bastante edad, y mi otro hermano Ángel ya no se puede defender con las piernas para andar a la mar, y los que vienen por detrás no quieren andar en este oficio, es una pena que tengamos que desguazarlo”, yo seguiría, pero…..
Fotografía: Familia Ureta
