viernes. 19.04.2024

«Cuando llueve mucho, el polígono de Vallegón no tiene ninguna arqueta ni nada que recoja las aguas. Baja todo por la carretera y se mete en nuestros garajes con una fuerza tremenda». Con estas palabras y con cara de preocupación se mostraba hace un par de días, Ita Lledo, una vecina del barrio de Laiseca (en Sámado)que lleva siete años (desde 2001) padeciendo continúas inundaciones en su garaje, cada vez que llueve.

«El asfalto está más alto de lo debido y cuando llueve, el agua, antes de llegar al río, vuelve hacia atrás y se mete en nuestros garajes», explica esta castreña, cansada ya de esta «situación inaguantable». En la zona en la que vive esta vecina hay otras tres familias que están sufriendo continuamente las consecuencias del agua, con los destrozos materiales que origina.

Hasta el momento, la única respuesta tanto de la Junta Vecinal de Sámano como del Ayuntamiento es que «ellos no pueden hacer nada porque es competencia de la Consejería de Industria». «Estamos en tierra de nadie», proclama Ita desesperada.

Pero estas cuatro familias no son las únicas que padecen este problema en el barrio de Laiseca. A unos veinte metros, Andrea Mathieu y su marido también sufren las consecuencias de la lluvia o de cualquier tormenta. También comenta que la carretera se inunda al igual que muchísimos bajos de las viviendas colindantes a las suya. «Se forman unos 50 centímetros de agua cada vez que llueve. Es como en un desierto: cae el agua, se inunda todo y en 15 minutos tan sólo quedan los restos que deja el agua», comenta Andrea al mismo tiempo que asegura que desde Vallegón «sólo hay una red unitaria y no hay previsión para hacer ningún tipo de infraestructura en la zona».

Y es que esta vecina, cansada de que tanto la Junta Vecinal, como el Ayuntamiento y el promotor «se pasaran la pelota» ha decidido acudir a la justicia y ha presentado una serie de denuncias con el fin de que «los responsables de esta chapuza se hagan cargo de solucionarlo».

Falta de unión

Pero los problemas de Andrea no acaban aquí. Ya que su vecino ha decido buscar su propia solución al problema levantando un muro que lo que provoca es que «me caiga más agua a mi terraza».

«Dentro de las comunidades, en vez de unirse cada uno busca su propia solución. Es el sálvese quien pueda». Pasan los meses -desde marzo no reciben una respuesta a sus demandas- y Andrea y su marido siguen sumergidos en este problema que ya «nos cansa mucho».

Extraído de: eldiariomontanes.es

Varios vecinos del barrio de Laiseca, en Sámano, se quejan de las inundaciones