La temida 'carabela portuguesa', la medusa que durante este verano ha traído en jaque a los servicios de emergencias regionales, pero, sobre todo, a los bañistas, parece haberse ido de Cantabria. Lástima que el buen tiempo también, pero esa era, precisamente, una de las causas que arrastraron a este pólipo hasta aquí. El calor. Su marcha ha devuelto las banderas verdes a todos los arenales -que si izan rojas o amarillas ya no es por esa causa- y concedido un descanso a Protección Civil, que ha desactivado las alarmas y hecho recuento.
Hasta el pasado 31 de agosto se habían atendido 58 picaduras en las playas de la región, donde fueron recogidos 489 ejemplares que sumados a los 310 retirados en el mar por el dispositivo especial desplegado por el Gobierno hacen un total 799. Y psicosis. Mucha psicosis.
Avistadas en la primera semana de julio en la zona occidental -el Parque Natural de Oyambre- las 'carabelas portuguesas' acabaron acomodándose en la oriental si bien dejaron su rastro a lo largo de toda la costa.
En Castro Urdiales se produjeron hasta 21 picaduras, un tercio de las que se registraron en total. Fue allí, en las playas de esa villa, donde los servicios de urgencias tuvieron que emplearse a fondo. En Ostende y Oriñón (4), en Dícido y El Rebanal (2), y, sobre todo, en Brazomar, donde nueve bañistas tuvieron que recibir asistencia médica.
Noja, donde se registraron diez -cinco de ellas en Trengandín-, secunda una lista en la que también aparecen localidades como San Vicente de la Barquera (5), Suances (4) y Santander, Piélagos, Comillas y Laredo (3). En otras, como Arnuero y Miengo, se trataron dos picaduras y, a la cola, aparecen Alfoz de Lloredo y Bareyo, donde las medusas atacaron a un único bañista.
Casi 800 ejemplares
Además, los servicios de emergencias -de toda índole- recogieron de los arenales de Cantabria casi 800 ejemplares.
El censo (799 exactamente) fue lo suficientemente significativo como para que Protección Civil recomendara a los ayuntamientos que mantuvieran izadas las banderas amarillas en todos sus puestos de socorrismo y optara, a la vista de las circunstancias, por montar un dispositivo de recogida en la costa que se prolongó hasta mediados de agosto, cuando la presencia de las 'carabelas' empezó a remitir.
Así, de los arenales castreños se recogieron hasta 74 ejemplares, de las playas de Piélagos 67 y de las de Santander 61. Suman 202. Algo menos de la mitad de las que aparecieron en toda la región (489) mientras Protección Civil buscaba mar adentro las otras 310 con las que se cierra la población de 'carabelas portuguesas' localizadas en Cantabria.
Picaduras
Recogidas
Arnuero, 2: La Arena (2).
Bareyo, 1: Ajo (1).
Castro Urdiales, 21: Brazomar (9), Oriñón (4), Dícido (2), Ostende (4), El Rebanal (2).
Comillas, 3: Comillas (3).
Laredo, 3: Salvé (2), Puntal (1).
Miengo, 2: Cuchía (2).
Noja, 10: Ris (1), Joyel (2), Trengandín (5), Helguera (2).
Piélagos, 3: Valdearenas (1), Canallave (2).
San Vicente, 5: San Vicente de la Barquera (1), Gerra (4).
Santander, 3: Piquío (2), Sardinero-Primera (1) .
Suances, 4: La Concha (2), Tagle (1) y Los Locos (2).
TOTAL: 58 picaduras.
Alfoz de Lloredo, 11.
Arnuero, 4.
Bareyo, 8.
Castro Urdiales, 74.
Comillas, 20.
Laredo, 25.
Liendo, 1.
Miengo, 20.
Noja, 45.
Piélagos, 67.
Ribamontán al Mar, 29.
San Vicente, 31.
Santa Cruz de Bezana, 24.
Santander, 61.
Santoña, 5.
Suances, 44.
Valdáliga, 20.
Protección Civil, 310.
TOTAL: 799 recogidas.
Extraído de: eldiariomontanes.es
