El barquillero-churrero castreño, Óscar Cobo Gómez, es una personaje consustancial con los Baños de Ola del Sardinero, en los que está presente «desde el segundo año de su iniciación, invitado por el Ayuntamiento de Santander, al que le estoy muy agradecido, me tratan excelentemente y estoy muy contento », señala. Óscar Cobo.
Es el último barquillero de Castro Urdiales, vinculado toda la vida a esta profesión y a la de churrero, a sus 58 años de edad, recuerda que «tenía 6 años cuando en Colombia, donde había emigrado con la familia, recuerdo que freí la primera rueda de churros. Luego regresamos a España, continuamos con el mismo trabajo y años después, en 1973 concretamente, montamos el negocio que ahora tenemos en La Plazuela, en el mismo centro neurálgico de Castro, al borde de agua de la dársena».
«En los Baños de Ola me ayuda mi hija Raquel, llevamos cuatro planchas eléctricas, antes trabajábamos con una y hasta dos pero calentadas a base de carbón vegetal, lo que suponía un trabajo extra muy importante ».
En cuanto al público que acude a El Sardinero indica que «estamos encantados, yo creo que hasta nos miman, es más, al finalizar el verano recibo muchas postales agradeciéndome el trato que les dispenso y recordándome la calidad del producto que ofrecemos».
Extraído de: elalerta.com
