sábado. 20.04.2024

Poco a poco se empieza a palpar que las obras del aparcamiento de Amestoy cobran vida. Y es que al traslado de los árboles del parque, le ha seguido la retirada del 'tiovivo', después de 18 años prestando servicio a los más jóvenes del municipio. Casi dos décadas brindando sonrisas y diversión a los más pequeños de Castro. Juan José Mohedano, propietario de esta atracción, siente nostalgia por la retirada de su barraca, al igual que su familia, pero no obstante, asegura que el Ayuntamiento está estudiando una nueva ubicación para esta atracción histórica en la ciudad.

- Se nos acabó el 'tiovivo' del Parque de Amestoy.

- Así es. El martes fueron retirados los caballitos de la población de Castro Urdiales.

- Qué recuerdos y qué nostalgia tanto para los niños y los que ya no son tan niños.

- Llevamos casi 18 años instalados en Castro Urdiales y he tenido niños que hoy son padres y venían con sus hijos pequeñitos.

- ¿Qué se siente tras el abandono de un lugar tan emblemático?

- Ahora mismo estamos con un vacío porque al retirarlo de ahí echas en falta algo.

- ¿Cuándo les comunicaron que debían abandonar su ubicación?

- Nos lo comunicaron el lunes y nos pusimos en marcha para acabar de desmontarlo el martes a las doce de la noche. Vamos a llevarlo a pasar una revisión para ubicarlo de nuevo en otra zona de Castro Urdiales.

- ¿Dónde está prevista esa nueva ubicación?

-En principio no hay nada confirmado. Nos han dicho que habrá que esperar unos días hasta que ellos puedan determinarlo, pero probablemente vaya a la plaza de la Barrera. No es nada seguro, pero de momento los niños de Castro se quedarán sin caballitos. Esperemos que sea breve el plazo y podamos dar el servicio a esos críos del pueblo.

- ¿Cree que cambiar de lugar les va a afectar?

-Creo que nos quitará clientes porque el castreño sabe dónde están los caballitos y el viandante, el que viene a pasar el día a Castro, ve los caballitos. De meterlo en la Barrera, si se puede meter, va a haber diferencia.

- La profesión de feriante es muy dura, pero cuanta ilusión ven todos los días.

- Es cierto. No te puedes imaginar. Llevo trabajando toda mi vida con el público y en especial con los críos y no hay cosa más bonita que verles la sonrisa a los niños. Los caballitos de Castro llevan 18 años en funcionamiento y lo más bonito es sacarle una sonrisa a un niño.

- ¿Tienen algo de especial los castreños?

- Si que tienen algo especial y no solo en Castro Urdiales sino en el norte de España. El público es muy distinto al del sur. Castro no es pueblo, es familia amplia, porque todo el mundo nos conoce. Castro tiene un público selecto, es un mundo a parte.

- ¿Es consciente que quitando el tiovivo de Amestoy se pierde una pequeña parte de la historia de Castro?

- Pues sí. Y te puedo decir que mi hija Rebeca, cuando estábamos desmontando el pasado martes, marchaba con lágrimas en los ojos, de pena, porque ha sido parte de su vida. La única pena que me llevo es que el Ayuntamiento no nos ha dado el suficiente margen para avisar a los clientes. Porque los precios de Castro son únicos en España, ya que se venden por bonos, y al no tener margen de tiempo no hemos podido devolver al público el importe de ficha. Es el único mal sabor de boca que me puede quedar.

Extraído de: eldiariomontanes.es

«Sacarle una sonrisa a un niño es lo más bonito»