jueves. 28.03.2024

El marco de la bahía de Castro Urdiales fue el escenario elegido en la noche del pasado viernes para celebrar la primera rememoración marinera con motivo del programa de las fiestas de San Andrés.

Rendir homenaje a «aquellas valerosas y sacrificadas gentes» de la mar fue el objetivo que la Asociación Cultural Amigos de la Historia y de la Mar de Castro Urdiales 'Cantu Santa Ana', en colaboración con la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento castreño, perseguía este año con esta celebración. Un objetivo sobradamente alcanzado a juzgar por los cientos de personas que se congregraron en la zona portuaria para presenciar la rememoración y por el realismo con el que muchos castreños recordaron a sus antepasados de los siglos XVIII y XIX. Y es que casi nadie olvida en Castro Urdiales que la historia de este pueblo siempre ha estado tremendamente ligada a la mar y sus gentes.

La representación popular partió de la Plaza del Ayuntamiento al atardecer para, a continuación, realizar un recorrido por las calles de San Juan, Arturo Dúo, Barrio de los Marineros, Nuestra Señora, La Rúa, Ardigales, Melitón Pérez del Camino y, como llegada, el puerto. Una comitiva que estuvo encabezada por el silbo y el tamborilero que simularon como antaño la llamada a los pescadores para embarcar.

Antigua trainera.

Una vez en el puerto, un grupo de remeros de todas las edades se embarcaron en una antigua trainera que fue restaurada para la ocasión gracias a los trabajos de un equipo altruista encabezado por Nicolás Aspírez y formado por Eugenio Cotillo, Javier Lecue, Luis Albo, José Alonso y Llamosas. En esa remozada embarcación, los remeros iniciaron la marcha hasta el peñón de Santa Ana donde se vivió el momento más emotivo de la noche.

Y es que la tripulación, al son de la 'Salve Marinera', izó los remos al igual que lo suelen hacer en la actualidad las tripulaciones que se imponen en las regatas de traineras, algo que provocó más de una lágrima y una cerrada ovación entre el público asistente.

Esta rememoración marinera fue valorada de forma positiva por la concejal de Festejos del Ayuntamiento de Castro Urdiales, Arantza Gorriarán, que destacó el esfuerzo realizado por todos los precursores de esta iniciativa. «Es una pena que toda la gente de Castro no haya podido ver cómo estaba esa trainera y cómo ha quedado restaurada con un gran trabajo y en un tiempo record».

Gorriarán dejó claro que «la gente está con ilusión otra vez de recuperar las tradiciones, saber de donde venimos y saber realmente el esfuerzo que hacía nuestra gente de la mar cuando tenían que ir a buscarse la vida». «Todo esto sirve para que la gente mayor pueda recordar y la gente joven pueda aprender», concluyó la edil de Festejos que acudió vestida con el traje típico de marinera.

Por su parte, los responsables de la Asociación Amigos de la Historia y de la Mar de Castro Urdiales 'Cantu Santa Ana' mostraron su satisfacción por la excelente acogida que su iniciativa tuvo entre la ciudadanía castreña. Por último, agradecieron a todas personas que se han volcado desinteresadamente en esta iniciativa.

La importancia del tamborilero.

Una de las figuras principales de la representación del pasado viernes fue sin duda la presencia del legendario tamborilero que se encargaba de realizar la llamada a los pescadores para embarcar.

Y es que antiguamente el trabajo de esta persona solía llamar la atención de los visitantes por la forma en que los pescadores eran convocados para ir a pescar. Los avisos se hacían por medio del silbo y el tamboril que tocaba un solo hombre, es decir, con la mano derecha tocaba el silbo y con la izquierda el tamboril, que llevaba colgado con una cuerda desde el cuello.

El tamborilero empezaba su tarea en un extremo del pueblo tocando piezas y recorría todas las calles en donde había pescadores, levantándose éstos y embarcándose en las lanchas para salir a pescar. El viernes se rindió tributo a su figura.

Extraído de: eldiariomontanes.es

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