viernes. 19.04.2024

La situación de la anchoa, lógicamente, preocupa y mucho a los pescadores de Castro y en mayor medida a la Cofradía, a pesar de contar con tan sólo dos barcos de cerco, el Puertas Albo y el Padre José. Ante esta situación, nadie mejor que el patrón mayor de la Cofradía castreña, Pablo Villasante Zaballa, para que explique la temperatura reinante en este aspecto.

Pablo Villasante Zaballa asegura que la campaña del verdel ha empezado con escasas capturas.

PREGUNTA.- ¿Cómo repercute la situación de la pesca de anchoa en Castro?

RESPUESTA.- Sobre todo a las dos embarcaciones de cerco de las que dependen 20 familias aproximadamente. Recordar que el pasado año 2006, fue catastrófico a nivel general de todos los puertos y particularmente del nuestro y este año 2007, tiene todos los visos de que va resultar igual o perecido. Estamos esperando los últimos informes biológicos para tomar una determinación definitiva, aunque ya se ha dicho que no se va a pescar, por lo menos comercialmente, porque esperamos que la pesca que se realice como prueba biológica, de examen a la situación de la anchoa, no sea comercializada, esta es una posición que venimos manteniendo y que sigue firme. Estamos dispuestos a realizar todas las pruebas que sean pertinentes, pero eso sí, sin comercializar las muestras.

P.- ¿Existen alternativas para estas dos embarcaciones de cerco?

R.- Indudablemente lo ideal sería que la pesca de la anchoa se normalice y puedan salir a pescar lo antes posible, pero siempre tendiendo en cuenta que la situación esté controlada debidamente con la regeneración del caladero. Después existe la alternativa de los Fondos Europeos que atienda las ayudas para este año 2007, pero en cierto modo esa no es nuestra preocupación, la principal es, insisto, en que los caladeros de anchoa se normalicen. En cuanto a otros complementos que puedan tener es la pesca del verdel cuya campaña, aunque un poco tímidamente, ya ha comenzado y deseamos que sea una costera normal, así como también la pesca de sardina y del chicharro, dos alternativas a tener en cuenta también.

P.- En cuanto a la costera del verdel ¿qué características presenta actualmente en sus inicios?

R.- Podemos decir que ha comenzado pero con pequeñas capturas, lo que hace que los precios estén altos. Estamos en su inicio y aún es prematura hacer cualquier vaticinio, porque carecemos de base suficiente para ello. Pero eso sí, debemos poner en claro que la costera del verdel tiende, lamentablemente, a desaparecer y no, precisamente, a largo plazo, sino en pocos años. Esperemos que la presente campaña, por lo menos, resulte igual o parecida a la del año 2006, para sustento de muchísimas familias que viven de ella.

P.- ¿Dispone la Lonja castreña de todo lo necesario para atender a los barcos que llegan a descargar, sobre todo?

R.- Estamos perfectamente preparados con todos los servicios que puedan necesitarse dispuestos. Este año estamos estudiando la posibilidad de venir a vender el verdel aquí, sobre todo pensando en la posible saturación de los puertos de Santoña y Colindres al haber desaparecido el de Laredo, para ello estamos en negociaciones con los distintos armadores. De todas formas también debemos tener en cuenta que durante la costera del verdel se puede pescar también más al Este, es decir, no siempre a la altura de Santander o más lejos, entonces sería mucho más fácil venir a vender a Castro. Demás varios fresqueros ya nos han comentado su deseo de venir a comprar a nuestra Cofradía. En definitiva, estamos actualmente inmersos en todo este tejemaneje.

“No está todo hecho por resolver las deudas anteriores”

P.- La nueva Lonja, ¿ha visto abierto definitivamente el horizonte económico?

R.- Sabíamos que la situación anterior, estando en el antiguo edificio, era fatal, mas bien diría que catastrófica, y para solucionarla tuvimos que vender el antiguo edificio, el último inmueble de nuestra propiedad. En ese momento vimos la luz, pero en ese momento, ello quiere decir que si en esta situación no generamos más ingresos de los actuales, esto poco a poco se va deteriorando y tendiendo a desaparecer. Es un trabajo que me compete como patrón mayor, el intentar atraer el mayor número posible de barcos para que vengan a vender aquí en las distintas costeras, así como conocer a los armadores de nuestro entorno. Porque, si de aquí a unos años, no hacemos aquí nada más que las ventas provenientes de las redes-vetas, esto tenderá a desaparecer, entonces es a nostros a los que nos toca decidir si nos gusta o no estar aquí o nos gusta tener algo, asunto que he denunciado en muchísimas ocasiones y lo sigo denunciando. No debemos pensar nunca que por haber eliminado las deudas anteriores está todo hecho.

Extraído de: elalerta.com

“El pasado año fue catastrófico para este puerto”, asegura el patrón mayor