«He efectuado un total de once operaciones quirúrgicas con anestesia
general, y con anestesia local habrán sido del orden de veinte. Son
casos en los que si no hubiéramos intervenido no se hubieran atendido.
En el momento en el que no existe un grupo de ayuda, ese caso se va a
quedar sin atender porque están desbordados, no tienen medios y la
población no pide ayuda por miedo a que le hagan pagar». Este es el
testimonio que el médico de DYA Cantabria, Juan San José, ofreció esta
semana en el programa 'Protagonistas Castro Urdiales', de Punto Radio
DM, sobre su reciente viaje a Filipinas para participar en las labores
de rescate y ayuda a la población tras el paso del tifón Durian a
primeros de diciembre.
Juan San José ha formado parte de un equipo compuesto por cinco
voluntarios de la Asociación Detente y Ayuda, bajo la coordinación de
la Agencia Española de Cooperación Internacional. De su presencia en
Filipinas se queda con «la labor de equipo y el rendimiento que hemos
sacado de la actuación».
Provincia de Albay
Este
cirujano ha prestado su ayuda a los habitantes de Guinobatan, un pueblo
cercano a Legazpi, capital de la provincia de Albay. Se trata de una de
las zonas de Filipinas más afectadas por el paso del tifón en donde se
registraron más de 200 muertos y cerca de 300 desaparecidos.
San
José explicó el operativo que desplegaron sobre el terreno. «El
operativo de la DYA ha sido básicamente el de prestar asistencia
sanitaria con el personal que hemos ido y con material médico, no sólo
medicamentos que los ha proporcionado Farmamundi, sino con un puesto
médico avanzado, que es una tienda hinchable grande dentro de la cual
hemos atendido todo los casos, tanto médicos como quirúrgicos, y en
donde hemos operado».
Junto al personal de la DYA, compuesto
por cinco voluntarios, la Agencia Española de Cooperación Internacional
(AECI) desplazó a su propio personal encargado de coordinar los
trabajos de ayuda, repartir la ayuda española entre la población e
instalar una planta potabilizadora de agua con la que garantizar el
abastecimiento en una zona completamente devastada «y en la que se
tardará años en recuperar la normalidad».
En concreto, la DYA
dispuso un hospital de campaña en el centro de la población que ha
llevado a cabo más de 600 atenciones, muchas de ellas de casos de
gravedad motivados por infecciones.
«Necesitan ayuda de verdad»
Juan San José reconoció que «el afán de ayudar a una gente que necesita
de verdad ayuda, y el afán de tener una experiencia que no había tenido
nunca», fueron las principales razones que le llevaron a desplazarse a
Filipinas para participar en esta delicada misión humanitaria. Este
médico de DYA Cantabria recuerda la precaria situación por la que
atraviesan los habitantes de esta zona de Filipinas. «Las carencias son
tan terribles que no solucionamos un porcentaje alto de las necesidades
globales que existen, pero aunque sólo sea un parche, sirve para que a
la gente que ayudas, en muchos casos, le salves la vida», dijo.
Extraído de: eldiariomontanes.es