sábado. 20.04.2024

Los miles de aficionados al remo en Castro sienten estos días emociones

encontradas. A la enorme satisfacción que representa estar a un paso de

ganar por tercera vez en su historia la Bandera de La Concha, se

contrapone la tristeza de buena parte de los seguidores por la casi

segura marcha del hombre que durante los últimos nueve años, los más

gloriosos del club, ha sido su estandarte: José Luis Korta.
Un paseo cualquier tarde por la calles de la localidad cántabra refleja

a la perfección esa mezcla de ilusión y rabia contenida en la que se ha

sumido la parroquia rojilla en los últimos tiempos. Las banderas con

los colores de 'La Marinera' no proliferan tanto como hace unos años en

los balcones, aunque su presencia aumenta considerablemente en el casco

antiguo.

El debate está a pie de calle. «Prefiero perder La

Concha por un segundo el domingo antes de que se vaya mi amigo -así se

refiere siempre que habla de Korta-, porque si continúa seguro que

tenemos oportunidad de ganarla más veces», asegura con gesto serio

Óscar Cobo, el 'Oso', propietario de la churrería La Castreña.

Su

devoción hacia el técnico de Ortzaika es tal que incluso luce orgulloso

un delantal que le regalaron con el lema «soy el churrero de Korta». La

prenda da para muchas bromas entre los amigos, aunque él replica con

rapidez que «soy el churrero de todos».

En su establecimiento,

el remo es algo así como una religión a la que se han sumado también

sus hijos desde la infancia. Hasta los recipientes de barquillos

situados frente al local llevan inscritos el escudo del club de sus

amores. «Me voy a sacar una foto con las tres banderas de La Concha

porque la ganamos seguro. Les he visto entrenar y no tengo ninguna

duda», recalca convencido Cobo. Su padre compró la primera trainera que

tuvo el club en 1974.

Muy cerca, en la plazuela, está la tienda

de reparación de calzados José, regentado por Manuel Sánchez el

'Barrilero', ex remero de 'La Marinera' y tío de Eladio Sánchez,

corredor del Astaná. Mientras arregla unos zapatos sin levantar la

mirada de la máquina, se lamenta de que «en esto del remo hay una

rivalidad mal entendida que no existe en otras disciplinas como el

ciclismo», en clara referencia al pique con Astillero.

Ese

enfrentamiento se ha visto acrecentado las últimas campañas por la

presencia de varios deportistas castreños -cuatro en total- en las

tostas de la 'San José XIV'. El tema ha dado y sigue dando mucho que

hablar. Hasta hace unos días incluso podía verse una pancarta de color

azul -el de Astillero- con el eslogan '¿Aúpa Astillero nos vamos a La

Concha!', colgado del piso de un ex bogador de 'La Marinera', enrolado

ahora en las filas del eterno rival.

Centro de reunión

Manuel

Sánchez, que una vez por semana aproximadamente recibe la visita de

Korta en su local para hablar de ciclismo, es un hombre directo y sin

pelos en la lengua. «Se lo he dicho también a él, me da pena que haya

una docena de remeros de Castro repartidos por otros clubes y aquí no

tengamos más que los justos para salvar el tema de los cupos de la ACT.

Encima, cuando llegan las regatas importantes como La Concha, no sale

ninguno», asegura.

Conforme avanza la tarde, el bar Los

Chelines, situado frente al Ayuntamiento, se convierte en ineludible

centro de reunión y debate para los amantes del remo. El

establecimiento, plagado de carteles y fotografías de 'La Marinera',

representa el medio natural en el que ideólogos y forofos en general

expresan su opinión sobre los últimos acontecimientos y chascarrillos

que jalonan el remo mientras se toman el café o juegan una partida.

Una

camiseta enmarcada del ex futbolista del Athletic Julen Guerrero es el

único elemento que desentona con el resto del decorado. «Tengo más

miedo a Pedreña en caso de que haya mala mar el domingo que a

Astillero, ya que a estos últimos no les vi nada bien el otro día. Ni

los marcas iban acompasados», recalca Pedro, un ex directivo de Castro.

'Tutu',

como le conocen los lugareños, fue uno de los que a principios de los

setenta acudió a Orio buscando consejo para montar una trainera y se

trajo para Castro a Ignacio Sarasua, «el viejo», especifica orgulloso.

«Con él, ganamos el Provincial y también la Copa del Generalísimo en La

Coruña», recuerda emocionado.

El multitudinario recibimiento que

les brindó la afición entonces se repitió tras los triunfos de 2001 y

2002 en San Sebastián y podría volver a producirse este domingo si 'La

Marinera' remata la faena en La Concha. «Están muy fuertes y unidos,

que es lo importante, y será muy difícil que pierdan», sentencia Andoni

Aspe desde la autoridad que le otorga el hecho de haber conquistado dos

ikurriñas donostiarras con Iberi y Kaiku, mientras observa un día más

los ejercicios de calentamiento de los hombres de Korta antes de salir

a entrenar.

Una tienda muy roja

Castro fue el primer club de remo que hace unos años abrió una tienda

oficial con productos de 'La Marinera', al estilo de la mayoría de los

equipos de fútbol de carácter profesional. La iniciativa surgió de

manos de Juli Vélez, vicepresidente de la entidad, y en la actualidad

se ha convertido en una importante fuente de ingresos con la que cubrir

parte del presupuesto de la sociedad de remo.

De hecho,

responsables de otros clubes se han puesto en contacto con los gestores

de la tienda para conocer de primera mano su modelo y lanzarse también

a la aventura del 'merchadising'. Estos días las baldas del

establecimiento, que desde mayo del pasado año se encuentra ubicado en

la antigua Cofradía de Pescadores, están medio vacías.

«Vendimos

casi todo el género antes de la regata del 15 de agosto y ahora tenemos

tallas sueltas», señala Juli Vélez, encargada de atender a los clientes

junto a Mariasun y Pili. El goteo de personas entrando en el

establecimiento es continuo. La mayoría llegan para apuntarse al viaje

organizado para el domingo a San Sebastián.

Camisetas a japoneses

«Por

ahora hemos llenado trece autobuses y esperamos que antes del sábado

haya ya unos veintitrés», apunta. Los turistas también hacen un alto en

el local, atraídos por el constante ir y venir de personas. «Hemos

vendidos camisetas a japoneses e incluso una bandera a un capitán

canadiense que quería ponerla en su barco», destaca Rafa, el marido de

Juli, que desempeña numerosas labores en el club. La ropa interior

también tiene su gancho, sobre todo entre las jovencitas. «Hay chicas

que compran tangas de 'La Marinera' y luego me piden que Korta o algún

remero se las firme», señalan las dependientes entre sonrisas.

Los

diferentes productos expuestos también pueden adquirirse a través de

Internet en lamarinera.net. «Cada vez hay más gente que lo hace»,

aseguran en la tienda más roja de la localidad cántabra.

Extraído de: elcorreodigital.com

Pasión por 'La Marinera'