Los miles de aficionados al remo en Castro sienten estos días emociones
encontradas. A la enorme satisfacción que representa estar a un paso de
ganar por tercera vez en su historia la Bandera de La Concha, se
contrapone la tristeza de buena parte de los seguidores por la casi
segura marcha del hombre que durante los últimos nueve años, los más
gloriosos del club, ha sido su estandarte: José Luis Korta.
Un paseo cualquier tarde por la calles de la localidad cántabra refleja
a la perfección esa mezcla de ilusión y rabia contenida en la que se ha
sumido la parroquia rojilla en los últimos tiempos. Las banderas con
los colores de 'La Marinera' no proliferan tanto como hace unos años en
los balcones, aunque su presencia aumenta considerablemente en el casco
antiguo.
El debate está a pie de calle. «Prefiero perder La
Concha por un segundo el domingo antes de que se vaya mi amigo -así se
refiere siempre que habla de Korta-, porque si continúa seguro que
tenemos oportunidad de ganarla más veces», asegura con gesto serio
Óscar Cobo, el 'Oso', propietario de la churrería La Castreña.
Su
devoción hacia el técnico de Ortzaika es tal que incluso luce orgulloso
un delantal que le regalaron con el lema «soy el churrero de Korta». La
prenda da para muchas bromas entre los amigos, aunque él replica con
rapidez que «soy el churrero de todos».
En su establecimiento,
el remo es algo así como una religión a la que se han sumado también
sus hijos desde la infancia. Hasta los recipientes de barquillos
situados frente al local llevan inscritos el escudo del club de sus
amores. «Me voy a sacar una foto con las tres banderas de La Concha
porque la ganamos seguro. Les he visto entrenar y no tengo ninguna
duda», recalca convencido Cobo. Su padre compró la primera trainera que
tuvo el club en 1974.
Muy cerca, en la plazuela, está la tienda
de reparación de calzados José, regentado por Manuel Sánchez el
'Barrilero', ex remero de 'La Marinera' y tío de Eladio Sánchez,
corredor del Astaná. Mientras arregla unos zapatos sin levantar la
mirada de la máquina, se lamenta de que «en esto del remo hay una
rivalidad mal entendida que no existe en otras disciplinas como el
ciclismo», en clara referencia al pique con Astillero.
Ese
enfrentamiento se ha visto acrecentado las últimas campañas por la
presencia de varios deportistas castreños -cuatro en total- en las
tostas de la 'San José XIV'. El tema ha dado y sigue dando mucho que
hablar. Hasta hace unos días incluso podía verse una pancarta de color
azul -el de Astillero- con el eslogan '¿Aúpa Astillero nos vamos a La
Concha!', colgado del piso de un ex bogador de 'La Marinera', enrolado
ahora en las filas del eterno rival.
Centro de reunión
Manuel
Sánchez, que una vez por semana aproximadamente recibe la visita de
Korta en su local para hablar de ciclismo, es un hombre directo y sin
pelos en la lengua. «Se lo he dicho también a él, me da pena que haya
una docena de remeros de Castro repartidos por otros clubes y aquí no
tengamos más que los justos para salvar el tema de los cupos de la ACT.
Encima, cuando llegan las regatas importantes como La Concha, no sale
ninguno», asegura.
Conforme avanza la tarde, el bar Los
Chelines, situado frente al Ayuntamiento, se convierte en ineludible
centro de reunión y debate para los amantes del remo. El
establecimiento, plagado de carteles y fotografías de 'La Marinera',
representa el medio natural en el que ideólogos y forofos en general
expresan su opinión sobre los últimos acontecimientos y chascarrillos
que jalonan el remo mientras se toman el café o juegan una partida.
Una
camiseta enmarcada del ex futbolista del Athletic Julen Guerrero es el
único elemento que desentona con el resto del decorado. «Tengo más
miedo a Pedreña en caso de que haya mala mar el domingo que a
Astillero, ya que a estos últimos no les vi nada bien el otro día. Ni
los marcas iban acompasados», recalca Pedro, un ex directivo de Castro.
'Tutu',
como le conocen los lugareños, fue uno de los que a principios de los
setenta acudió a Orio buscando consejo para montar una trainera y se
trajo para Castro a Ignacio Sarasua, «el viejo», especifica orgulloso.
«Con él, ganamos el Provincial y también la Copa del Generalísimo en La
Coruña», recuerda emocionado.
El multitudinario recibimiento que
les brindó la afición entonces se repitió tras los triunfos de 2001 y
2002 en San Sebastián y podría volver a producirse este domingo si 'La
Marinera' remata la faena en La Concha. «Están muy fuertes y unidos,
que es lo importante, y será muy difícil que pierdan», sentencia Andoni
Aspe desde la autoridad que le otorga el hecho de haber conquistado dos
ikurriñas donostiarras con Iberi y Kaiku, mientras observa un día más
los ejercicios de calentamiento de los hombres de Korta antes de salir
a entrenar.
Una tienda muy roja
Castro fue el primer club de remo que hace unos años abrió una tienda
oficial con productos de 'La Marinera', al estilo de la mayoría de los
equipos de fútbol de carácter profesional. La iniciativa surgió de
manos de Juli Vélez, vicepresidente de la entidad, y en la actualidad
se ha convertido en una importante fuente de ingresos con la que cubrir
parte del presupuesto de la sociedad de remo.
De hecho,
responsables de otros clubes se han puesto en contacto con los gestores
de la tienda para conocer de primera mano su modelo y lanzarse también
a la aventura del 'merchadising'. Estos días las baldas del
establecimiento, que desde mayo del pasado año se encuentra ubicado en
la antigua Cofradía de Pescadores, están medio vacías.
«Vendimos
casi todo el género antes de la regata del 15 de agosto y ahora tenemos
tallas sueltas», señala Juli Vélez, encargada de atender a los clientes
junto a Mariasun y Pili. El goteo de personas entrando en el
establecimiento es continuo. La mayoría llegan para apuntarse al viaje
organizado para el domingo a San Sebastián.
Camisetas a japoneses
«Por
ahora hemos llenado trece autobuses y esperamos que antes del sábado
haya ya unos veintitrés», apunta. Los turistas también hacen un alto en
el local, atraídos por el constante ir y venir de personas. «Hemos
vendidos camisetas a japoneses e incluso una bandera a un capitán
canadiense que quería ponerla en su barco», destaca Rafa, el marido de
Juli, que desempeña numerosas labores en el club. La ropa interior
también tiene su gancho, sobre todo entre las jovencitas. «Hay chicas
que compran tangas de 'La Marinera' y luego me piden que Korta o algún
remero se las firme», señalan las dependientes entre sonrisas.
Los
diferentes productos expuestos también pueden adquirirse a través de
Internet en lamarinera.net. «Cada vez hay más gente que lo hace»,
aseguran en la tienda más roja de la localidad cántabra.
Extraído de: elcorreodigital.com