El municipio costero de Castro Urdiales contará en pocos meses con un
nuevo espacio para uso y disfrute de los muchos paseantes que se
acercan hasta el privilegiado entorno de su puerto pesquero. El
Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Dirección General de
Costas, acaba de adjudicar las obras de la senda peatonal que unirá La
Atalaya con el área de Luchana. Este ambicioso proyecto de reforma
permitirá prolongar el actual paseo que rodea a la emblemática iglesia
de Santa María, enclavada sobre un peñón a orillas del mar.
Las obras necesarias para prolongar la nueva vía, que comenzarán una
vez concluido el verano para evitar restricciones en el tránsito por
este entorno, muy visitado estos meses por vecinos y turistas,
enlazarán la zona en la que se ubica el conjunto histórico monumental
con el núcleo urbano de Ostende. Este proyecto permitirá, además,
recuperar una de las zonas «más degradadas de la localidad costera»,
según han reconocido desde el Ayuntamiento en diversas ocasiones.
Demolición de muros
Los
trabajos, que supondrán una inversión de algo más de 162.000 euros,
forman parte de «la política del Ministerio destinada a recuperar el
litoral español, respetando las características medioambientales y
paisajísticas de cada zona y facilitando el uso y disfrute de la costa
a todos los ciudadanos», describieron fuentes de la Delegación del
Gobierno en Cantabria.
La senda, de 450 metros de largo,
tendrá dos tramos claramente diferenciados. La zona más próxima a La
Atalaya hará las veces de paseo marítimo. «Esta parte quedará bordeada
por un muro de nueva construcción», detallaron las mismas fuentes.
Asimismo, justo en la punta del enclave el trazado diseñado desde el
Ministerio de Medio Ambiente realizará un circuito cerrado, dejando en
su interior la zona reservada para celebrar la festividad de San Juan
con la tradicional hoguera.
En el segundo tramo, más cercano a
Luchana, el paseo describirá una 'U' en torno al Pedregal, terminando
junto a las gradas de acceso a la playa del mismo nombre. En esa parte,
las obras contemplan la demolición de dos muros de piedra,
pertenecientes a antiguas construcciones semiderruidas. En todo el
trayecto «se colocarán bancos de hormigón armado con acero inoxidable y
se instalarán papeleras a juego», puntualizó un portavoz de la
Delegación del Gobierno en Cantabria.
En aquellos lugares en los
que la vía coincida con la calzada, los técnicos han previsto también
la instalación de bolardos «para evitar que el área peatonal sea
invadid por los vehículos, ya que se encuentra al mismo nivel que la
carretera para facilitar el drenaje», manifestaron los responsables del
proyecto. Dos de estos elementos, algo más altos que el resto, se
instalarán en una zona que da acceso a los terrenos de dominio público
en el entorno del Pedregal.
Extraído de: elcorreodigital.com