Definitivamente, los más de 3.000 usuarios del polideportivo Peru
Zaballa, en Castro Urdiales, tendrán que despedirse de la instalación.
La concesión del Ministerio de Medio Ambiente para edificar el
equipamiento en zona de dominio público marítimo-terrestre caduca el
próximo mes de noviembre y, de acuerdo a la Ley de Costas, la
instalación tendrá que ser demolida, como ya anunció hace dos semanas
la delegación del Gobierno en Cantabria.
No obstante, la desaparición del Peru Zaballa, donde se encuentran las
únicas piscinas municipales de la localidad, no se hará efectiva
inmediatamente. La semana pasada, el alcalde de Castro, Fernando
Muguruza, se reunió en Madrid con responsables de Medio Ambiente. En el
encuentro, el subdirector general de Gestión Integrada del Dominio
Público Marítimo-Terrestre, Ángel Múñoz, confirmó al máximo edil
castreño que el polideportivo no será derribado hasta que el
Consistorio haya construido uno nuevo.
«Pospondremos la
demolición mientras el Ayuntamiento da los pasos necesarios en busca de
una alternativa para construir la instalación en otro lugar», manifestó
un portavoz del Gobierno. La posición del ministerio «es clara en el
sentido de derribar la instalación, dando la opción a los responsables
locales de encontrar una alternativa para no perjudicar a los
ciudadanos de Castro», añaden las mismas fuentes.
Para que esta
promesa se materialice, la Administración local debe presentar un
recurso en los próximos dos meses. Fernando Muguruza recibió con
satisfacción la noticia y ya ha adelantado que el equipo de gobierno
que encabeza «se ha puesto manos a la obra para encontrar unos terrenos
lo suficientemente amplios como para acoger el nuevo equipamiento». De
hecho, ya se baraja la posibilidad de situar la infraestructura en el
entorno de Pando (Sámano).
«No hay nada hecho»
«Allí
hay una zona de 70.000 metros cuadrados donde se podría edificar una
pequeña ciudad deportiva. Pero aún no hay nada hecho», detalló
Muguruza, que sigue sin estar «conforme con que se eche abajo el Peru
Zaballa. La idea de Medio Ambiente es recuperar esa zona. Pero
ecológicamente eso es imposible porque para ello habría que desmantelar
la playa de Ostende, una parte del paseo, la entrada a los garajes de
las viviendas cercanas y el vial de acceso. Y el ministerio no ha dicho
nada de eso», argumenta. A su juicio, «si el Gobierno central actúa en
el polideportivo, por honestidad también debería hacerlo en el resto de
elementos».
La construcción del Peru Zaballa fue posible gracias
a una concesión por treinta años aprobada en 1976. En 2004, la
dirección de Costas envió un escrito al Ayuntamiento de Castro en el
que ya alertaba del final de permiso y advertía a los responsable
locales de que, si no la solicitaban, no había prórroga. No obstante, a
aquel documento «no se le dio la importancia debida» -ha reconocido el
propio Muguruza- y el plazo expiró. Pese al error, parece claro que
nada hubiese salvado al emblemático polideportivo, ya que «la intención
del Ministerio es no renovar ninguna concesión de este tipo», concluye
el alcalde.
Extraído de: elcorreodigital.com