sábado. 20.04.2024

Los presidentes de las Juntas Vecinales de Castro Urdiales y algunos

vecinos del municipio mostraron ayer serias dudas sobre la propuesta de

reordenación del cordón minero de Dícido, un proyecto que impulsa la

empresa Dícido Sostenible y que fue presentado en un acto público el

pasado martes. Durante la presentación de este ambicioso proyecto, los

alcaldes pedáneos plantearon sus dudas sobre la capacidad para

abastecer de agua a las más de un millar de viviendas que está previsto

construir y si se podrá regar el campo de golf.
El ingeniero Raúl Carral Sampedro e Ignacio Arroyuelos, conocido por su

participación en el grupo de trabajo de Sámano, en calidad de

portavoces de la empresa Dícido Sostenible, fueron los encargados el

pasado martes de presentar el proyecto.

En la sesión

informativa, que tuvo lugar en el Centro Cultural La Residencia, los

vecinos mostraron su preocupación por la construcción masiva de

viviendas en una zona de protección ecológica y pusieron en duda que

éste sea el único modelo de actuación para recuperar el deteriorado

cordón minero de Dícido. En el caso de que el proyecto recibiera el

visto bueno de las Administraciones competentes, los plazos de

ejecución finalizarían en 2013, señaló Carral.

Según recoge el

proyecto, se pretende actuar en 8,3 millones de metros cuadrados para

recuperar el área minera, asegurar las galerías, proteger forestalmente

una zona que tiene gran valor ecológico y restaurar las zonas

degradadas en estos terrenos. La propuesta de actuación afectaría a

cinco pedanías: Ontón-Baltezana, Santullán, Llusa, Mioño, Sámano y

Otañes-Talledo.

La propuesta incluye además la construcción de

una gran zona deportiva, un campo de golf de 18 hoyos, la restauración

de las viejas galerías de la antigua mina de Dícido, la construcción de

1.210 viviendas, la instalación de un gran complejo industrial así como

la recuperación paisajística de las escombreras. El proyecto busca el

apoyo del Gobierno de Cantabria para que sea declarado Proyecto de

Interés Regional (PSIR). La inversión ascienden a 578 millones de euros

que, según Carral y Arroyuelos, «se financiarían con la construcción de

910 viviendas libres que costearían la actuación integral y la

cosntrucción de viviendas sociales».

En el turno de preguntas,

los presidentes de las Juntas Vecinales plantearon una serie de

cuestiones relativas a los problemas de abastecimiento de agua que

padecen las pedanías durante el verano y al agravamiento que podría

registrarse en el caso de que el proyecto saliera adelante. Ignacio

Arroyuelos explicó que la millonaria iniciativa empresarial, «ya lleva

incluidos en sus presupuestos las soluciones para el problema del agua,

pues no es que no haya agua, es que no se ha buscado», explicó.

Extraído de: eldiariomontanes.es

Los vecinos están preocupados por la posible construcción masiva en Dícido