jueves. 18.04.2024

El Tribunal Supremo (TS) ha revocado la sanción de cinco días de

salario impuesta a un guardia civil del cuartel de Castro Urdiales que

provocó que se pusiera en marcha un rescate marítimo al lanzar por

error unas bengalas de socorro para celebrar la fiesta de El Pilar,

pensando que eran cohetes festivos.

La Subdirección General de Operaciones de la Guardia

Civil consideró que este agente había cometido una falta grave

consistente en "llevar a cabo acciones u omisiones contrarias a la

dignidad militar" y le castigó con la pérdida de cinco días de haberes, en una resolución que fue confirmada por el Tribunal Militar Central.

Los

hechos tuvieron lugar el lunes 13 de octubre de 2003, durante las

celebraciones que estaban realizando los guardias civiles de Castro

Urdiales para festejar a su patrona, la Virgen del Pilar.

El

guardia que fue sancionado sabía que la Junta Vecinal de Sámano había

regalado al cuartel unos cohetes para la fiesta de la Virgen del Pilar,

así que decidió ir al almacén para coger unos cuantos para lanzarlos.

Pero al llegar, se encontró con dos cajas: una sin inscripción y otra

rotulada como "cohetes con luz roja".

ESTELA ROJA

El

agente tomó un par de artefactos de cada caja y los lanzó. Eran las

23.45 horas y dos de los cohetes que encendió resultaron ser bengalas

de alerta marítima, que dejaron una estela roja en el cielo nocturno,

justo al lado de la costa de Castro Urdiales.

Varios ciudadanos vieron esas bengalas, interpretaron que se trataba de una petición de socorro y

telefonearon a los servicios de emergencia, lo que provocó que los

Centros de Coordinación de Salvamento Marítimo de Santander y Bilbao

movilizaran a varias embarcaciones de la Guardia Civil del Mar y la

Cruz Roja.

El malentendido duró casi una hora,

hasta que un compañero del guardia le comentó a éste que se había

recibido una llamada telefónica de Salvamento Marítimo para avisar de

una emergencia.

DESCONOCIMIENTO

El

Tribunal Militar Central reconoció en su sentencia que el guardia en

cuestión ignoraba que los cohetes que lanzó eran bengalas y que

desconocía la operación de emergencia que se pone en marcha cuando se

divisan esas señales en el mar, a pesar de que llevaba ya dos años

destinado en Castro Urdiales.

Sin embargo,

también constató que la Jefatura de la Zona de la Guardia Civil en

Cantabria había dado órdenes por escrito en 2001 a todos sus puestos

que "expresamente prohibían arrojar petardos o cualquier otro artificio

pirotécnico en el interior o las inmediaciones de los acuartelamientos".

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo admite que el agente cometió una acción "a todas luces reprochable",

pero estima que, por su carácter imprudente, no puede ser considerada

legalmente como una ofensa a la dignidad militar, por lo que anula la

sanción.

"La conducta es atípica en razón a su

falta de gravedad. Se trata, eso sí, de una acción a todas luces

reprochable, claramente imprudente al haberse vulnerado los deberes

objetivos de cuidado exigibles en este caso al guardia civil sancionado

al lanzar unas bengalas por equivocación en contra de la prohibición

expresa existente al respecto y, por tanto, susceptible de corrección

disciplinaria, pero por otro título de imputación distinto al

aplicado", razona el Alto Tribunal en su sentencia.

Extraído de: eldiariomontanes.es

El Supremo retira la sanción a un guardia civil que provocó una alarma marítima