La comunidad de vecinos del nº 4 de la Avenida de la Constitución de Castro Urdiales, a través de su portavoz, en esta ocasión, Tomás Sánchez Lombraña, han denunciado que “con motivo de las obras de saneamiento integral de la red de desagüe y alcantarillado de la ciudad, contratada y costeada por la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria, ejecutada por la empresa Ascan y recibida, en última, instancia por el Ayuntamiento castreño, se dejó a los bajantes de desagüe de este inmueble sin conexión con la tubería de la red general que pasa por el subsuelo de su frente. Obras que fueron iniciadas el año 2002 y concluidas en el 2003”.
Recuerda, Sánchez Lombraña que “al poco tiempo de suceder esto y como es natural, ocurrió que las aguas residuales del edificio, al no encontrar salida, rebosaron el interior del inmueble, anegándose un local bajo en el que está instalado un negocio de hostelería”
Matiza, Tomás Sánchez que “hemos denunciado esta situación al Ayuntamiento, así como a la Consejería de Obras Públicas, y el primero ha derivado su responsabilidad hacia la empresa ejecutora, la cual ha recurrido esta decisión, como nosotros mismos, y, entre tanto, lo único que se ha hecho es colocar sobre parte del bajo una bomba de achique que impulsa el agua residual de todas las bajantes trasladándola, a través de unas tuberías colgadas del techo de dicho local, hasta un punto de conexión a la red situada en la calle Juan de la Cosa, más allá de la espalda del edificio y a nivel superior, lugar donde no estaba prevista inicialmente la conexión. Por su parte, y aunque la Consejería aún no ha contestado formalmente, recientemente personal de la empresa de mantenimiento, con los que venimos tratando este problema y que en un principio se mostraban optimistas de la posición a adoptar por la Consejería, nos han comunicado una respuesta negativa. Entre tanto, estamos padeciendo los daños y perjuicios causados y los que se causen, y la ocupación a “perpetuidad ” de una parte de dicho bajo por el sistema de achique de aguas que supone, además de una expoliación de dicha propiedad privada (expropiación sin indemnización), los inconvenientes sonoros de su funcionamiento regular, así como los derivados por eventuales problemas de paradas del sistema y su mantenimiento (como viene ocurriendo). De todo ello los propietarios no somos responsables y ni teníamos, ni precisábamos, ni queríamos, ni en fin, la instalación de dicho sistema de achique”.
Extraído de: eldiarioalerta.com
